Lino Muñoz y Job Castillo, únicos badmintonistas ganadores de medalla en Toronto, con bronce en dobles, esperan que el logro llame la atención y el apoyo de las autoridades hacia un deporte que, aseguran, han desarrollado con sacrificios y mayoritariamente por medios propios.

Hemos tenido que remar a contracorriente, pero no solamente nosotros, hay otros deportes en los que no hay ese respaldo que uno podría querer, pero lo hacemos para trascender y ganar un lugar, no para llevarnos algo a cambio, manifestó Muñoz a la llegada del vuelo de Toronto que ayer abordaron jugadores de badminton y tenis.

Es puro amor al deporte y esa es la recompensa que tenemos; lo hacemos de corazón y ahí está el resultado. Vamos a seguir cosechando triunfos para que haya mejores apoyos y la gente se fije un poco más de este lado, dijo el capitalino, quien en Canadá repitió el bronce que en Guadalajara 2011 conquistó en dupla con Andrés López.

Sacamos la casta para esta medalla que es importante para el país, porque no se tienen muchas en esa disciplina, asentó Job Castillo, quien integró de última hora el doble con Muñoz y se prepararon en tres meses.

Los Juegos Panamericanos son puntuables para la calificación olímpica, que se determina por ranking, por lo que la presea los hará aparecer alrededor del escaño 100 en la lista de duplas, y para Río necesitan ubicarse entre las mejores 64, por lo que, si bien ambos son singlistas, deberán reforzar el trabajo de dobles para incrementar el nivel y conseguir puntos en torneos.

Se esperaba el regreso de las tenistas Victoria Rodríguez y Marcela Zacarías, ganadoras de la plata en singles (Victoria) y dobles ambas, que terminaron con la sequía en el deporte blanco continental, pues ninguna mexicana llegaba a la final desde Winnipeg 1967, cuando Elena Subirats ganó el oro.

Las jugadoras se quedaron en Canadá para disputar un torneo con un premio 50 mil dólares.

Alain Lemaitre, uno de los entrenadores que formó en sus inicios a Rodríguez y acompañó a los tenistas en esta justa continental, dijo que esas preseas no sorprenden porque son producto de un proceso que han seguido las jugadoras con mucha entrega.

En cuestión de mujeres hicimos historia. Se ha trabajado duro, no es de esta vez o de dos meses atrás. Esto es un proyecto con Victoria y con Marcela de hace cinco a siete años, desde que tienen 14 años trabajamos juntos, indicó Lemaitre, ex director del centro de tenis en Mérida, donde inició y sigue el desarrollo de las tenistas.