Evidente que hubo una amplia complicidad, dice especialista
Necesario, investigar quién provocó que fallaran los sistemas de seguridad
Miércoles 15 de julio de 2015, p. 7
En la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán Loera hay que buscar a los responsables y preguntarse quiénes están detrás del manejo de la tecnología que hizo fallar los sistemas de seguridad, porque contó con una complicidad muy amplia de empleados que traicionaron a las instituciones, señaló Elena Azaola, una de las principales especialistas en temas penitenciarios.
Indicó que las autoridades no han tomado en cuenta los estudios ni recomendaciones que han hecho especialistas de estos temas, ni tampoco a las organizaciones no gubernamentales, a pesar que desde hace años han señalado las fallas estructurales en el sistema penitenciario.
En entrevista con La Jornada, sostuvo que quienes apoyaron esta fuga es posible que también se sintieran traicionados por las instituciones, ya que no cuentan con reconocimiento, capacitación, posibilidad de hacer carrera ni estabilidad laboral.
Azaola ha colaborado en el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social y ha publicado 75 libros y artículos en México y otras naciones que tratan de temas como criminalidad y violencia; maltrato y explotación infantil, e instituciones, carceleros y derechos humanos.
En abril de este año la especialista dio a conocer el estudio La situación de las prisiones en América Latina. Respecto de la situación que se vive en México, dijo que entre 2009 y 2013 más de mil internos se han fugado de las prisiones que hay en la República, y aproximadamente 600 han perdido la vida.
Precisó que de los 260 mil presos, 81 por ciento cometieron delitos del fuero común (208 mil) y 19 por ciento (44 mil) ilícitos del fuero federal. La sobrepoblación se agrava porque de ese total sólo han sido sentenciados 51 por ciento (132 mil 600 internos).
Señaló que en 65 por ciento de los penales del país se vive un estado de ingobernabilidad debido a que son controlados por integrantes del crimen organizado.
Comentó que México ocupa el sexto lugar mundial en sobrepoblación penitenciaria, e informó que en el país existen 423 penales, de los cuales 406 son estatales o municipales.
Además, 65 por ciento de las cárceles padecen un autogobierno, es decir, el Estado no tiene control completo de ellas, de manera que cuando está ne manos de algún grupo delictivo, éste somete y controla a sus contrarios.
Durante la entrevista resaltó que el panorama que presentó no ha cambiado en gran medida. “Respecto de la fuga de El Chapo Guzmán, la pregunta adecuada no es si ese penal federal contaba con todas las medidas de seguridad, porque está certificado.
“Lo cierto es que debe preguntarse quién está detrás del manejo de toda la tecnología y quién es el personal que la opera, porque el caso no es que hayan fallado los sistemas, sino que hubo quien provocó que fallaran.
“Creo que –el capo– contó con una complicidad muy grande, pero de entrada hubo empleados que traicionaron y no tuvieron lealtad con las instituciones.
Considero que las condiciones en que ellos laboran y la falta de reconocimientos, estabilidad laboral, crecimiento, las pocas posibilidades para hacer carrera y sobre todo de certidumbre, es posible que hayan generado las traiciones al sistema, aunque tampoco justifico que ello ocurra
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La especialista concluyó que lo que mostró la evasión de Guzmán Loera fue que no sólo en los penales estatales o locales se presentan casos de corrupción. Es importante saber cómo fue posible que se pudiera guardar un secreto como esos durante tanto tiempo y con tanta gente
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