El mundo descubrirá músicas que siempre han estado ahí, en América Latina, pero alejadas de la industria. Su potencial ya se empieza a sentir, expresó en entrevista Tostao, de Choc Quib Town, trío colombiano que visitó México para promover su nuevo disco, titulado El mismo, síntesis orgullosa de los ritmos oriundos de la costa del Pacífico de su nación.

Choc (Chocó), Quib (Quibdó), Town (Pueblo) es una agrupación de hip hop y música alternativa; mezcla sonidos urbanos con el folclor del litoral del Pacífico. A veces en la superficie, en ocasiones en capas internas, se advierte el funk, el reggae y el pop, más la música electrónica. El resultado es una serie de beats. Han sido nominados a los Grammy Latino y Anglo. Ganaron el Gramófono dorado en 2010 por la canción De donde vengo yo. Su primer disco data de 2006: Somos Pacífico; su cedé Eso es lo que hay es de 2013, igual que Behind the Machine. En 2014 grabaron con Carlos Vives la canción El mar de sus ojos.

Sonoridades del Pacífico

Tostao es percusionista; Goyo es productora y vocalista, y Slow está a cargo de los beats.

Goyo añadió que son del Chocó, donde tuvieron contacto con el hip hop, que tiene que ver con el habla callejera y lo urbano, pero nosotros venimos de lo rural y lo que tratamos es de conjugar toda esa música que nos ha llegado por la globalización, por las redes, con algunas sonoridades y timbres del Pacífico.

Slow expuso que para desarrollar su proyecto se han enfrentado al hecho de que todo mundo está dividiendo la música en géneros, lo cual encasilla todo. “Nos encontramos con la sorpresa de que sale el disco El mismo y nos preguntan que dónde nos pueden poner. Eso está mal. Nosotros no tenemos ninguna fórmula y, simplemente, mostramos lo que tenemos, orgullosos de nuestras raíces”.

Para Tostao, el tema de las modas musicales lleva al tópico de los gustos. Somos un grupo que principalmente busca sentirse bien. Los tres somos productores e intérpretes. Cuando hacemos nuestra música queremos que llegue lo más lejos posible, por lo que investigamos nuevas vertientes con las que nos sintamos cómodos y que nos gusten; esto sobre todo. Si encaja en tal o cual moda creemos que está bien, y si no encaja y nos gusta a nosotros, está bien. Esto es lo principal.

La música es medicinal

Para Slow, el fin de su música es entretener. “Eso de hacer letras con subtextos... ¡no! La música es medicinal, tiene un poder que no tienen otras artes; saca a la gente de su cotidianidad y la lleva a otros espacios, a viajar a través de la mente. Por eso en lo que hacemos intentamos una estética buena, sin hacer apologías a cosas negativas, porque eso no construye sino destruye.

El nombre del grupo es un constante subrayar nuestras raíces, la intensidad de lo afro. En América Latina nos ubicamos en nuestro pueblito.

Goyo dijo que el gusto musical en Colombia varía según la zona. En la costa hay un movimiento muy fuerte de la champeta urbana y de la tradicional, que viene de Cartagena. En el lado de nosotros es muy fuerte la chirimía, la música tradicional que allá se baila. En el interior del país suena de todo. La música tradicional hace que uno conozca culturas. Por medio del mariachi hemos sabido a qué suena México. También, por Café Tacvba, así como por películas. Hay quien le da importancia al reggaetón en lo latino, pero la salsa no se ha dejado destronar. La salsa ha permitido que Latinoamérica se conozca más por los pianos de la salsa o el latin jazz que por los ritmos urbanos que vienen ya muy permeados.

Tostao: Cuando uno oye de música latina se le identifica más por la percusión y el golpeteo. Hay mucha música tradicional y la veta saldrá poco a poco.

Prevén volver para dar conciertos antes de fin de año, por octubre o noviembre.