A pesar de la oposición vecinal, continúa la construcción del complejo comercial Patio Tlalpan, que contará con un total de 80 negocios, entre ellos empresas como Walmart, Sam’s Club y Suburbia, y tres niveles de estacionamiento, con capacidad para mil 580 vehículos.

La nueva plaza comercial, a cargo de la compañía México Retail Properties (MRP), se edifica en el terreno que durante más de 70 años albergó el hospital siquiátrico San Rafael, ubicado en una zona altamente densificada y sin vialidades suficientes.

De acuerdo con información obtenida por los vecinos, este complejo atraería alrededor de 135 mil visitantes a la semana, que coincidirían en Insurgentes Sur y Santa Úrsula, uno de los 26 cruceros conflictivos identificados en el programa delegacional de desarrollo urbano de Tlalpan.

Este flujo vehicular se sumará al que ya existe en la zona, pues la calle de Santa Úrsula es una de las dos únicas salidas que existen para los habitantes de las 15 colonias del entorno, más el tránsito sobre avenida Insurgentes, que sólo cuenta con dos carriles.

En abril de 2012, los vecinos detectaron el inicio de la obra que, a pesar de que implicaba el derribo de 166 árboles en el predio con una superficie de 28 mil metros cuadrados, no contaba con el estudio de impacto ambiental.

Entonces, inició la lucha vecinal por detener los trabajos de construcción, que logró que en julio de 2013 las autoridades impusieran una sanción económica y sellos de suspensión en la obra, que se reanudó a finales del año pasado.

En un recorrido, se pudo observar el ir y venir de camiones en el predio marcado con el número 4177, de la colonia Santa Úrsula Xitla, donde a marchas forzadas una cuadrilla de trabajadores construyen el estacionamiento subterráneo.

Además de la saturación vial, a decir de los colonos, la construcción traerá consigo afectaciones ambientales, pues se eliminaron 14 mil metros cuadrados de área verde y se sellarán alrededor de 28 mil metros cuadrados, impidiendo la infiltración de agua.