Chile, digno campeón
Messi se rezaga de Maradona y Pelé
El Tri, contra el gigante de la Concacaf
l futbol es el deporte más popular del mundo porque, entre otras virtudes, nunca se sabe cuándo el pequeño derribará al grande. Argentina llegó vestido de Goliat, con casi todo a favor para romper un maleficio de 22 años sin ganar un título importante, mientras Chile era el David con los pronósticos en contra. Lo bueno es que el balón no sabe de favoritismos y al final dio el campeonato al equipo que más buscó la victoria.
Fue un merecido triunfo chileno, en su casa y con su gente, como se dice, a pesar de que se quiera desmerecer el logro con algunos errores arbitrales en partidos previos. Ya se sabe que el anfitrión siempre recibe ayudas arbitrales, pero el equipo de Jorge Sampaoli tuvo además los recursos futbolísticos, colectivos e individuales, para conquistar su primera Copa América.
Chile enfrentó un camino de polémica, primero con el accidente automovilístico de Arturo Vidal y luego con el juego sucio de Gonzalo Jara sobre Edinson Cavani. Sin embargo, el Rey Arturo fue perdonado por el plantel y el técnico, mientras Jara recibió doble castigo: fue suspendido y se perdió la copa; además, su club Mainz lo puso en la lista de transferibles.
Después de la acción reprobable de Jara –quien fue sancionado no por el silbante, sino por la tecnología que FIFA se niega a implementar–, surgieron las voces de que esas provocaciones deben ser erradicadas. El problema fue que protestaron equipos que han hecho una forma de juego de lo que llaman ser cancheros
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A México han llegado talentosos futbolistas chilenos, encabezados por Carlos Reinoso, Alberto Quintano e Iván Zamorano. Y esta generación que logró el cetro tiene a virtuosos como Vidal, Alexis Sánchez y Jorge Valdivia; una defensa encabezada por Gary Medel, a quien apodan Pitbull por obvias razones, y un portero de guantes grandes como Claudio Bravo.
Además, Sampaoli supo armar un equipo generoso en el desgaste físico e inteligente para cerrar espacios a rivales desequilibrantes, jugar de igual a igual en todo terreno e ir al frente con peligro.
Lo que en realidad resulta inexplicable es la forma en que se le niegan los títulos con su selección a Lionel Messi, quien sin duda forma la trilogía, con Pelé y Diego Maradona, de los mejores futbolistas de la historia.
En los recientes partidos ya no es tanta la diferencia entre el Messi de Barcelona y el Messi de Argentina, aunque en efecto su rendimiento disminuye de una playera a otra. Tampoco se puede decir que con la albiceleste le falten compañeros de calidad, ya que Ángel di María, Sergio Kun Agüero, Javier Pastore, Ezequiel Lavezzi y Javier Mascherano están entre los mejores del mundo.
Messi llegó a la copa con bien ganada etiqueta de extraterrestre y sin duda los actuales fanáticos del balompié somos privilegiados de gozar con sus pinceladas de magia en la cancha. Pero si Leo no gana un Mundial –lo que cada vez será más difícil, por los años y la presión que va sumando–, resultará injusto sacarlo de la trilogía de genios.
Con todo y que los jugadores llegan cansados a la Copa América, el torneo resultó atractivo y destacó también el resurgimiento de Perú. Lejanos están aquellos memorables días de Teófilo Cubillas y Juan José Muñante, pero el cuadro inca se ha refrescado con Paolo Guerrero, Christian Cueva y Yordy Reyna. Aunque en Perú el problema no ha sido la falta de calidad, sino de disciplina.
Terminó la Copa América, pero se inicia la Oro. Los aficionados, en pocos días, tendrán que hacerse a la idea de que el Tri ya no es el gigante de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol (Concacaf). El favorito sin duda es Estados Unidos, mientras México tendrá una dura batalla ante Costa Rica y Honduras, que esta semana ya le mostraron que saldrán con el hacha afilada.
A Miguel Herrera le urge ganar el torneo, pero tendrá que hacerlo con dos sensibles bajas: Héctor Moreno en la defensa y Javier Hernández en la delantera.
Se trata del Tri A y el Piojo no tendrá pretextos, mientras los seleccionados parecen más preocupados por mostrar nuevos peinados –tipo Luis Antonio Cadáver Valdez en Estados Unidos 1994– que por mejorar su juego.
Por otra parte, dos jugadores dan el ejemplo a sus compañeros. Alan Pulido sigue en su pelea con los Tigres y ahora firmó con el poderoso Olympiacos, mientras Matías Vuoso levantó la voz y denunció que Atlas y Jaguares no pueden iniciar el torneo porque tienen adeudos de salarios.