Cultura
Ver día anteriorLunes 6 de julio de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Patrimonio de la humanidad

Obra hidráulica del siglo XVI, que comparten el estado de México e Hidalgo

El Acueducto del Padre Tembleque, en la lista de patrimonio mundial

Es una obra maestra del genio creativo del hombre y manifestación de un intercambio considerable de valores humanos, señaló ayer el comité de la Unesco, al hacer el nombramiento

Foto
La construcción del siglo XVI fue diseñada por el padre Tembleque, franciscano nacido en España en 1510, para proveer de agua a varias comunidades indígenas, no sólo a los edificios religiosos o haciendasFoto Javier Salinas Cesáreo
Foto
Trabajos de restauración en la obra virreinal
Corresponsales y Reportera
Periódico La Jornada
Lunes 6 de julio de 2015, p. 6

El Acueducto del Padre Tembleque, una de las obras hidráulicas más importantes de México, de 443 años de antigüedad, fue inscrito este domingo en la lista del patrimonio mundial de la humanidad de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).

El organismo internacional señaló que se trata de una obra maestra del genio creativo del hombre, así como manifestación de un intercambio considerable de valores humanos durante un determinado periodo o un área cultural específica, en el desarrollo de la arquitectura o la tecnología, las artes monumentales, la planificación urbana o el diseño de paisajes.

El acueducto cuenta con una extensión de más de 48 kilómetros; fue construido en el siglo XVI para transportar agua desde los manantiales de Zempoala, en Hidalgo, hasta el municipio de Nopaltepec, en el estado de México. Fue diseñada por el padre Tembleque, franciscano nacido en España en 1510, para proveer del líquido a varias comunidades indígenas, no sólo a los edificios religiosos o haciendas.

Se desconoce si el clérigo tenía estudios de ingeniería o arquitectura, pero sin duda creó una obra que, por su complejidad, es comparable al acueducto romano, dijo hace un par de meses Rafael Tovar y de Teresa, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

Trabajo colectivo

La construcción del acueducto se inició en 1554 y culminó en 1571. Fueron 17 años de trabajo en los que participaron 40 comunidades indígenas, que aportaron alrededor de 400 canteros, ayudantes, albañiles, peones, carpinteros, incluida la labor de las mujeres de esos pueblos, quienes produjeron textiles para financiar las obras.

Con la decisión tomada por unanimidad por todos los participante en la 39 sesión del Comité del Patrimonio Mundial, el denominado Complejo Hidráulico del Acueducto del Padre Tembleque ingresa en ese importante listado como canal patrimonial exento, es decir, que no forma parte de una zona de monumentos.

El acueducto alcanza una elevación de 39.65 metros en su arquería principal, que no tenían en su tiempo los sistemas hidráulicos europeos de arquerías en un solo nivel.

Su arcada mayor se levantó en su totalidad con un sistema novedoso para su época, que sustituía la cimbra de madera por la de adobe, lo cual demuestra la audaz integración de saberes constructivos indígenas.

Incluso, la mayor parte del agua fluía de manera subterránea y por seis secciones aéreas que cuentan con tres arcos pequeños y tres arquerías de dimensiones considerables. El segmento más largo es el de Tepeyahualco, que consta de 68 arcos y 904 metros, en la zona conocida como barranca del Papalote.

En 2010, expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) captaron imágenes en 3D y realizaron un escaneo láser encaminado a la revitalización de esta construcción hidráulica colonial.

Los especialistas del INAH explicaron entonces que el acueducto se levanta en tramos a flor de tierra y a nivel subterráneo, y atraviesa barrancas y cerros. Para su edificación fue necesaria la mano de obra de 400 indígenas bajo el mando del castellano Juan Correa de Agüero, experto en cantería, para llevar agua a Otumba y a otras poblaciones intermedias.

En esa ocasión, el diseñador gráfico Ángel Mora explicó que la arquería mayor está compuesta por 68 arcos, los cuales se levantaron digitalmente, aunque por cuestiones de seguridad del equipo faltó la parte superior, que se encuentra a una altura de más de 37 metros.

De esta forma se tomaron datos más precisos de la arquería principal del Acueducto del Padre Tembleque, por ejemplo, para determinar su longitud exacta.

La sección del acueducto localizada en las inmediaciones de la Ex Hacienda de Tecajete comprende 54 arcos, 26 dentro de esta finca. La longitud de los mismos es de 363 metros y su altura promedio es de 7.34 metros.

En noviembre de 2014, Raúl Delgado, coordinador nacional de Monumentos Históricos del INAH, presentó a los medios de comunicación los avances en los trabajos de rehabilitación, luego de la aportación de un millón de dólares del Fondo del Embajador para la Preservación Cultural (AFCP, por sus siglas en inglés), instancia del gobierno de Estados Unidos.

Esos recursos se utilizaron, entre otras actividades, para complementar los estudios de un plan de conservación e ingeniería hidráulica, además de apoyar la restauración del acueducto en el tramo de Tepeyahualco, donde están los cinco arcos de mayor altura, de unos 42 metros.

El gobierno federal ha invertido 40 millones de pesos en esa obra emblemática, que desde 2013 fue propuesta ante la Unesco para ser integrada al listado de patrimonio de la humanidad.

También se estudiaron los cientos de glifos grabados en las piedras de la estructura, los cuales datan de las diversas etapas de construcción del acueducto; algunos representan cultos prehispánicos a la muerte; hay caras de conejo (asociados al pulque) y escudos guerreros.

Ante la decisión del Comité del Patrimonio Mundial, Rafael Tovar y de Teresa hizo referencia a la coordinación de instancias municipales, estatales y federales, así como a la sociedad civil organizada, para llevar a buen puerto la propuesta del Acueducto del Padre Tembleque, ejemplo destacado de la sorprendente creatividad constructiva, que acrisoló el contacto de la civilización europea con la mesoamericana.

El acervo documental generado en torno al acueducto desde 1994 fue clave para sustentar el expediente técnico. En él se asienta que la zona de protección abarca 34.820 hectáreas, de manera que la declaratoria no sólo contempla la protección del Acueducto del Padre Tembleque, el cual abarca 48.22 kilómetros lineales entre los municipios de Nopaltepec, Otumba y Axapusco, en el estado de México, así como los de Tepeapulco y Zempoala, en Hidalgo.

En el área de protección son fundamentales el Acueducto de Tepeapulco (antecedente constructivo inmediato de del Padre Tembleque) y el convento franciscano de esta misma localidad, espacio donde fray Bernardino de Sahagún recogió los testimonios de informantes y pintores indígenas que conformarían los llamados Primeros Memoriales.

México es el país con más bienes inscritos en la lista del patrimonio mundial en toda América, con un total de 33, a partir de ayer, 27 en la categoría de patrimonio cultural, cinco en la de patrimonio natural y uno como bien mixto.

Además de la obra de ingeniería hidráulica del siglo XVI, la Unesco también inscribió el paisaje cultural industrial de Fray Bentos, en Uruguay, el cual constituye un complejo industrial situado al oeste de esa ciudad, en un saliente de tierra bañado por las aguas del río Uruguay.

Además se aprobó la inclusión en la lista del paisaje vitivinícola de La Rioja y una extensión de los caminos de Santiago de Compostela, en España, así como sitios de Alemania, Estados Unidos, Israel y Escocia.

Día histórico

El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, reconoció en sus redes sociales que la inclusión de este vestigio colonial en el listado de la Unesco nos llena de orgullo.

El gobernador de Hidalgo, José Francisco Olvera Ruiz, vía Twitter calificó de día histórico para México y especialmente para la entidad la designación de la Unesco.