San Luis Potosí, SLP.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) atrajo el caso de la edecán Karla Pontigo Lucciotto, de 22 años, quien murió en octubre de 2012 después de ser lesionada en el bar Play Club, donde trabajaba. Posteriormente, la autopsia reveló que había sido violada y los propietarios de ese lugar respondieron a la familia que le hicieran como quisieran, porque ellos son muy influyentes.

Marco Barrera, representante legal de la familia, dijo que se logró sacar el caso de San Luis Potosí, porque no existen condiciones adecuadas y no hay garantías de que se vea a fondo.

Confirmó que el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena hizo la propuesta el primero de julio en la sesión de la primera sala, donde acordaron, por unanimidad, revisar los reclamos del polémico caso, que es uno de los que están pendientes de resolver durante la administración estatal que está a punto de concluir.

Los familiares reclaman que se reconozca el carácter de víctima de la joven, se quejaron de que no hubo notificaciones, interrogatorios a testigos, desahogo de testimoniales y se omitió realizar pruebas de criminalística al dueño del lugar, Jorge Vasilakos, principal sospechoso de la muerte, quien se presentó a declarar ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, un mes después, protegido por un amparo.

En ese tiempo, el procurador estatal, Miguel Ángel García, comentó que el presunto responsable –Jorge Vasilakos– tenía oportunidad de presentar pruebas en su favor en un periodo que puede ir de los 10 meses hasta el año. Hasta la fecha, el crimen sigue sin ser aclarado.

Karla Pontigo se presentó a trabajar el 28 de octubre al antro Play Club, donde, según las autoridades, chocó con una puerta de vidrio y uno de los cristales le cortó la arteria de una pierna; aunque fue trasladada a un hospital, después murió.

La familia relató que ese día su hermano fue por ella en la madrugada. Como no salía, la llamó al celular, pero al no obtener respuesta intentó entrar al bar. Personal de seguridad le impidió el paso y después le dijeron que pasara a recoger a su hermana, porque tuvo un accidente.

La joven estaba en la oficina del gerente, tirada en medio de un charco de sangre; la cargó y cuando bajaba las escaleras llegaron socorristas de la Cruz Roja, quienes le dieron los primeros auxilios, pero murió en el hospital. La autopsia arrojó que había sido violada. La madre de Karla relató que su hija le había dicho que era acosada sexualmente por el dueño del bar, Jorge Vasilakos.