Santiago de Chile.

Casi un cuarto de siglo contra toda una vida. Atormentada por años de frustraciones que incluyen a Lionel Messi, Argentina saldrá en pos de una conquista histórica, cuando se enfrente este sábado a Chile en la final de la Copa América.

La albiceleste jugará justo el día en que cumplirá 22 años de su último título oficial: la Copa América de Ecuador 1993, mientras la roja lo hará con la ilusión de ganar por primera vez un título a nivel de selecciones. Además, todavía no ha podido vencer a los argentinos en este torneo: 19 caídas y cinco empates en 24 cruces.

Messi, ganador de más de 20 trofeos con Barcelona, nunca ha ganado un certamen mayor con su selección, con la que encara su tercera Copa América, además de haber jugado tres mundiales.

En este torneo apenas ha convertido un gol ante Paraguay, y de penal. Pero él no parece desesperado; más bien disfruta armando jugadas que terminan en la red, como la media docena que la albiceleste asestó a los paraguayos.

Ya sea en su antigua versión de goleador o en esta de asistidor, Messi preocupa a un Chile que es anfitrión de la copa por séptima ocasión. Dos veces Uruguay (1920 y 1926) y cuatro Argentina (1941, 1945, 1955 y 1991) se consagraron campeones en el estadio Nacional.

No soy el encargado de marcar a Messi, pero el equipo debe hacer un buen juego defensivo, destacó el zaguero Gary Medel, quien también alertó sobre la habilidad de Di María y Agüero.

Medel se molestó cuando le preguntaron sobre la alineación de la roja: “Ustedes deben saber ya la formación, tienen espías en todos lados. En vez de ayudarnos, nos quieren cagar (perjudicar)”.

Dos técnicos argentinos, Gerardo Martino y Jorge Sampaoli, estarán otra vez frente a frente, ambos con estilos similares y gusto por el juego al ataque.

Al segundo lo domina la ansiedad: Quiero que el partido comience. Es un momento especial, jugar una final en Chile, donde esstán esperanzados. Estaremos ante una selección que está en buen momento, con grandes jugadores.

Martino, timonel de Argentina, dijo que estudia a la roja, pues nunca salimos a jugar un partido desconociendo las cualidades o los defectos que pueda tener el rival en turno.