Edmonton.

Un autogol de la inglesa Laura Basset al minuto 92 eliminó ayer 2-1 al conjunto de la rosa en la semifinal contra Japón, que disputará el título contra Estados Unidos.

La jugadora intentó devolver la pelota a su arquera, pero con mal tino y demasiada fuerza que la estrelló contra el travesaño y miró con verdadero horror cómo la pelota picaba dentro de su propio arco en el estadio Commonwealth.

La portera Karen Bardsley sólo observó con la mandíbula desencajada la pifia de su compañera y el resto del equipo se descompuso en llanto al sonar unos segundos después el silbatazo final. El entrenador Mark Sampson se marchó apresurado con las manos en el rostro.

Las asiáticas celebraban su inesperada victoria, pues a esas alturas del partido, a punto de terminar y con empate a un gol, no esparaban ese desenlace.

Inglaterra había dominado el partido, con insistentes llegadas y un juego más dinámico y vertical. Las japonesas no fueron pasivas y respondieron con llegadas veloces, pero a los remates les faltó contundencia y a veces al pisar el área inglesa todo terminaba con un tiro demasiado desviado.

Sin embargo, el primer gol llegó para las niponas. Un penal que regaló Claire Rafferty al empujar por la espalda y en el área a Saori Ariyoshi, al minuto 30. El tiro lo cobró Aya Miyama con lentitud y suspenso, pero con efectividad para poner el 1-0.

Esa ventaja duró sólo nueve minutos, pues la inglesa Steph Houghton se aventó un clavado sin que la tocara la japonesa Yuki Ogimi, pero se marcó penal. El tanto lo cobró Fara Williams.

Luego hubo un forcejeo en el que el conjunto de la rosa mantuvo el dominio. llegó y amagó, pero los tiros apenas se fueron desviados o intervino la arquera asiática.

Toni Duggan, que estuvo feroz en todo el juego, recibió al 62 un pase limpio y sin pensarlo la emprendió con un tiro furioso que dio en el travesaño.

Dos minutos más tarde Ellen White prendió otra desde la media luna, pero la portera japonesa se lanzó con habilidad y logró echarla a tiro de esquina.

La respuesta japonesa llegó al 73 con una jugada espectacular de Mana Iwabuchi que se metió al área y se escabulló entra las defensoras. Desde el lado izquierdo recetó un disparo cruzado pero le faltó dirección.

Todo apuntaba a la prórroga. Sin embargo, una mala intervención de Basset echó por la borda el esfuerzo de un equipo que había hecho más para ganar.

Inglaterra jugará contra Alemania este sábado por el tercer lugar. La final será el domingo.