Es un patrimonio común que todos debemos cuidar
, asegura el rey Felipe VI
Miércoles 1º de julio de 2015, p. 7
Don Quijote, el caballero de la Mancha, ha cabalgado por el mundo llevando su lengua, el español, a lugares recónditos del planeta. Se trata del idioma del futuro
, que en tres décadas será hablado por 10 por ciento de la población mundial.
En palabras del escritor mexicano Carlos Fuentes: Descendemos del gran flujo del alma castellana creada en las dos orillas por mestizos, mulatos, indios, negros y europeos. Esas voces se oyen en América, en España, en el mundo, y se oyen en castellano
.
Lengua oficial en 21 países y hablada por 520 millones de personas en el mundo –48 millones de ellas en territorio estadunidense. En 2050 habrá más de 600 millones de hispanohablantes en el orbe, y Estados Unidos superará a México con el mayor número de personas que se comunican en nuestro idioma.
Frente a esa realidad, las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y de Salamanca (Usal), España, así como el Instituto Cervantes (IC), pusieron en marcha anoche el Sistema Internacional de Evaluación de la Lengua Española (Siele), con el que se pretende promover a escala global a nuestra lengua y certificar a miles de no hispanohablantes en el dominio de la misma.
En el anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso, ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de México, los rectores de ambas casas de estudios, José Narro Robles, por la mexicana, y Daniel Hernández Ruipérez, por la española, así como el director del IC, Víctor García de la Concha, formalizaron la puesta en marcha de este proyecto con la firma de un convenio de colaboración, como adelantó La Jornada hace unos días.
El Siele será un servicio de certificación del español en línea que en principio pondrá énfasis en Estados Unidos, Brasil y China; será algo similar a la certificación Cambridge para el inglés. Al mismo tiempo ofrecerá cursos y diplomados para la enseñanza del idioma, montará exposiciones y realizará decenas de actividades para preservarlo, promoverlo y difundirlo.
Como invitados en la ceremonia estuvieron los reyes de España, Felipe VI y Letizia, quienes atestiguaron la firma del acuerdo.
Al tomar la palabra, Felipe VI aplaudió la iniciativa y enfatizó: “Si queremos que el español se afirme como segunda lengua de comunicación internacional, debemos superar la visión de corto alcance –centrada en lo de cada uno– y poner en común los recursos de todos para lograr un objetivo que redundará en beneficio común”.
El español, dijo, es un patrimonio común que todos debemos cuidar y cuya difusión y ensanchamiento tenemos que promover. Y confió en que gracias a esta iniciativa y con el impulso de todos los países hispanohablantes, nuestra lengua sea instrumento de comunicación al servicio del mejor entendimiento entre los pueblos y, en definitiva, de la justicia, la libertad y la paz
.
El rector Narro Robles recordó que el proyecto comenzó a gestarse hace cinco años, cuando el director del IC lo visitó para proponerle la iniciativa.
Aquí estamos para dar inicio a una aventura cultural extraordinaria que atestiguan sus majestades. Las acciones que vamos a realizar alcanzan lo más humano, lo que tiene que ver con el pensamiento y el espíritu, lo que forma parte de nuestra identidad y de la cultura que nos une.
En la palabra, continuó, está el secreto de nuestra especie. Se trata de uno de los códigos más importantes de la cultura.
El rector Hernández Ruipérez informó que se convocará a los gobiernos de las 21 naciones donde se habla el español como lengua oficial, y a las más de 900 universidades en el mundo que tienen enseñanza del idioma, a unirse a la iniciativa.
A su vez, el director del IC subrayó que el Siele no será sólo una prueba para certificar el dominio de la lengua, sino que se trata de un sistema de promoción de la misma.
A la ceremonia asistieron destacados universitarios, ex rectores e integrantes de la diplomacia de ambas naciones.
Las ideas sobre la lengua del poeta mexicano Octavio Paz no quedaron fuera de la ceremonia: “La palabra es nuestra morada, en ella nacimos y en ella moriremos; ella nos reúne y nos da conciencia de lo que somos y de nuestra historia; acorta las distancias que nos separan y atenúa las diferencias que nos oponen. (…) La lengua es un signo, el signo mayor de nuestra condición humana”.