Opinión
Ver día anteriorMiércoles 1º de julio de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Troika: Tsipras en la mira

Plan B: ¿el oso y el dragón?

El Che y la tragedia griega

O

ficialmente Grecia entró en mora, y consecuentemente en la vengativa mirilla de la troika (hasta ahora nadie osó llevarle la contraria) aparece el rostro de Alexis Tsipras, de tal suerte que entre las pocas alternativas reales que tiene el primer ministro destaca –económica y geopolíticamente– la de voltear al oso y al dragón. De hecho, tras el lógico desenlace de la crónica de una moratoria anunciada, el gobierno helénico lanza sus primeros guiños.

La primera muestra pública de cariño corrió a cargo del ministro griego de Reconstrucción Productiva, Medio Ambiente y Energía, Panayotis Lafazanis, quien en declaraciones al canal Rossiya 24 (citadas por la agencia Sputnik, otrora Agencia de Prensa Novosti) subrayó que en lo que respecta a las peticiones de ayuda todavía no la hemos solicitado a nadie, pero por supuesto no nos vendría nada mal que nos echen una mano, en especial Rusia, y es de suponer que el ajedrecista Putin no desperdiciará la invitación para mover las piezas en su tablero.

En todo caso, dijo Lafazanis, “tenemos un plan B en caso de que la Unión Europea continúe con su chantaje si gana el no el próximo 5 de julio (día del referendo). Si nuestra sociedad le da no unívoco a este chantaje, y aun así Europa continúa insistiendo en sus propuestas, nos veremos obligados a ello, ya que no es el fin del mundo si la UE nos niega fondos; existen otras fuentes. Además, aún tenemos fe en el raciocinio de las instituciones europeas, en que la postura firme del pueblo griego hará que cambien sus requisitos y esperamos poder encontrar una solución en el marco de la Unión Europea. Sin embargo, si esto no da frutos, les aseguro que contamos con posibilidades para salir de esta situación como vencedores”.

En la tienda de enfrente, la troika rechazó cualquier posibilidad de otorgar mayores créditos a Grecia antes de que se cumpla con el pago de los mil 600 millones de euros adeudados al FMI. Y aun en el lejanísimo caso que ello se diera a corto plazo, el cobro de facturas al gobierno de Tsipras sería descomunal y humillante para el pueblo de aquel país, que ya ha pagado de manera brutal la ayuda y el rescate instrumentado desde los escritorios de los señorones de las finanzas, quienes para ayudar a pagar la deuda helénica lo único que hicieron fue duplicar el monto de los adeudos en sólo cinco años (de 110 mil millones que debía, ahora, tras la ayuda adeuda 240 mil millones).

Y ahora el problema mayor ya no es de los griegos, sino de la troika, pues si no pueden cobrar los mil 600 millones de euros que le deben, mucho menos los 240 mil millones que le facturaron a los helénicos por concepto de ayuda y rescate.

Pero la iracundia de la troika y las notorias ganas de vendetta no sólo son producto de la moratoria en sí (ayer incumplió el pago de mil 600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional) ni del rechazo del gobierno de Tsipras a su ultimátum colonial, sino a que el país helénico es el primero dentro de los clasificados como desarrollados que, desde los acuerdos de Bretton Woods (el reparto del botín económico-financiero entre las naciones aliadas –los soviéticos participaron, pero no los ratificaron– ante el inminente fin de la Segunda Guerra Mundial) se declara en suspensión de pago y manda a paseo a las inquisitorias instituciones surgidas de tal cumbre, entre ellas el Fondo Monetario Internacional, amén del pernicioso ejemplo de Atenas para que otras naciones en circunstancias similares se revelen ante los patrones de la deuda y el crédito. Allí están los casos de Portugal, Irlanda y España (aunque esta última tiene a México para que le saque las castañas del fuego), cuya población está igual de asfixiada y pisoteada que la griega, y con muchas ganas de contagiarse rápidamente de la decisión helénica.

Desde su fundación, allá por 1944, el FMI y los demás organismos financieros surgidos de Bretton Woods (junto con los gobiernos a modo que han procurado a lo largo y ancho del planeta) han reventado cualquier cantidad de países del tercer mundo (México, de manera destacada) y llevado a la miseria a sus poblaciones, al tiempo que los han utilizado (ídem) como conejillos de Indias para sus laboratorios experimentales de ajustes estructurales, medidas amargas, pero necesarias y reformas que tanto necesitan, pero nunca una nación desarrollada como Grecia, de tal suerte que el colofón de esta tragedia resultaba más que previsible, cuando menos para los tercermundistas que han sufrido, sufren, en carne propia a dichas instituciones y sus gobiernos.

Pero bueno, como diría el Che, ambos (troika y Tsipras) pusieron los huevos sobre la mesa, y a ver cuáles aguantan más. Esperemos que los helénicos sean lo suficientemente duros como para salir airosos de este tétrico capítulo y que salgan vivos para sentarse a negociar con el oso y el dragón.

En vía de mientras, el zarandeo económico-financiero-político provocado por la circunstancia griega ha puesto a parir a medio mundo, en el entendido de que de por sí la situación no era nada tersa antes de la moratoria de marras. Por cierto, alguien recordó que Zimbabue fue el país que precedió a Grecia en eso de la suspensión de pagos, aunque ello sucedió en 2001, y por ser nación tercermundista ni quien se haya enterado y/o afligido.

Lo bueno que en México tenemos al carismático ministro del (d) año, quien ya dijo que aquí todo está en orden y con liquidez, amén de que la crisis griega nos hace lo que el viento a Juárez. Y si lo dice él debe ser falso, como sus casi tres años al frente de lo que llama política económico-financiera lo demuestran. Por ello, ayer el dólar trepó a nivel histórico: 16.01 bilimbiques por cada billete verde, en vías de empeorar y en espera de otro discurso.

Las rebanadas del pastel

Si de noticias buenas del México en movimiento (Peña Nieto dixit) se trata, hoy entra en vigor el cobro del IVA (16 por ciento directo al agujereado bolsillo de los famélicos consumidores) a los llamados alimentos procesados, especialmente en las llamadas tiendas de conveniencia (el cuasi monopolio lo tiene Oxxo), donde aplicarán el impuesto para regocijo de su clientela… Y en medio del escándalo y la graciosa ausencia de su dueño (Juan Miguel Villa Mir) en la gira empresarial del Felipillo VI, se anuncia que el consorcio OHL pretende participar en la ampliación de la línea 12 del Metro de la ciudad de México, de tal suerte que si gana la adjudicación de la obra prepárense para aumentos sustanciosos y permanentes en el precio del pasaje, que para ellos la trasnacional española se pinta sola.