El infierno (1989), texto de Vicente Leñero (1933-2014), concebido como una paráfrasis del poema La Divina Comedia, de Dante Alighieri –cuyo aniversario 750 de su natalicio se cumple este año–, se pondrá en escena por vez primera en forma de lectura dramatizada anunciada a 10 voces, por la Compañía Nacional de Teatro (CNT).

Se estrena hoy en el teatro El Granero Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque.

Luis de Tavira, director de la CNT y de la puesta en escena, expresó en rueda de prensa que al revisar la obra dramática de Leñero, junto con su hija Estela, también dramaturga, en preparación del homenaje que el Instituto Nacional de Bellas Artes y la CNT le rendirán a finales de año, se toparon con ese texto, pues lo publicó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Tierra largamente lastimada

Vicente Leñero, tras asistir a las Jornadas Alarconianas en Taxco, recibió la propuesta del gobernador en turno de escribir una obra para el teatro que pretendía construir en las Grutas de Cacahuamilpa. El autor cumplió, pero el funcionario no, así que no hubo teatro ni estreno de obra. De allí que El infierno es un texto de difícil representación, debido a sus características. La CNT lo ha hecho de una manera muy particular.

De Tavira se refirió a la obra como un recorrido por un infierno histórico de esta tierra tan largamente lastimada, al decir de Leñero. Escrito hace más de cinco lustros y aunque ya llovió, a juzgar por lo sucedido desde entonces, hemos descubierto nuevos círculos de un infierno más profundo.

El texto anunciaba la crisis que ya se avecinaba, de allí que resulta absolutamente representable en las condiciones en que estamos.

Para De Tavira este inmenso poema de Leñero, que además muestra que también incursionó en la poesía, intenta apropiarse, desde la visión mexicana, de un tema que pertenece a todos, pues quien pierde la esperanza ingresa al infierno.

Por eso, el infierno habla de lo que vivimos, de esta tentación del espíritu al que sucumbimos cuando se nos cierra el horizonte, como tantas veces a los mexicanos nos ha sucedido.

Estar en el horizonte de que no habrá cambio es entrar al infierno, donde la pobreza de la mayoría no tiene esperanza. Según De Tavira, Leñero conecta estos conceptos con la metáfora de Dante”.

Estela Leñero señaló que su padre, en esta traslación a México, implicó una crítica social a periodistas, políticos, y a toda una serie de sectores sociales que podrían estar en el infierno.

También se trata de una transformación mitológica en la que el infierno es Mictlán, donde los habitantes son custodiados por presencias del mundo prehispánico.