La agrupación Taxistas Organizados de la Ciudad de México (TOCM) exigió al Gobierno del Distrito Federal rechazar el esquema de autorregulación que demandan empresas que ofrecen servicio de transporte a pedido mediante aplicaciones móviles (apps) y obligarlas a cumplir con el marco regulatorio vigente, lo cual implica enviar sus unidades al corralón por proporcionar un servicio ilegal.

Ignacio Rodríguez, integrante de la agrupación, advirtió: No vamos a aceptar un supuesto paquete de beneficios en materia de revista o el programa Hoy no circula como premio de consolación para que Uber y Cabify se incorporen al mercado.

Las movilizaciones y plantones siguen en pie, porque no existe un compromiso de las autoridades para obligarlas a cumplir con la Ley de Movilidad, que exige un permiso o concesión y el pago de diversos trámites a los 140 mil taxis autorizados.

Este miércoles se reunirán con el consejero jurídico, José Ramón Amieva, y el secretario de Gobierno, Héctor Serrano, a quienes se exigirá una desrregulación que cierre el paso a la corrupción y se cumpla con la ley en materia de remisión de unidades piratas, ejecutivos o con servicio de aplicaciones móviles.

Dijo que existe premura de la Secretaría de Movilidad para crear una nueva modalidad de servicio para regular a Uber y Cabify, antes de la transición en la Asamblea Legislativa.