El PRI perdió la gubernatura de Nuevo León porque hubo traiciones en el partido y no terminaron de cicatrizar las heridas de la contienda interna, entre otras cosas, consideraron ayer integrantes de la cúpula tricolor al efectuar un análisis de los resultados electorales junto a los presidentes de los comités directivos estatales.

Advirtieron que en los estados donde próximamente habrá elección de gobernadores deben cuidarse los cuadros del partido, para evitar que se lancen como candidatos independientes, como hizo Jaime Rodríguez, El Bronco.

Durante la reunión, efectuada en la sede nacional del PRI, los dirigentes interpretaron como una aprobación a la gestión del presidente Enrique Peña Nieto el hecho de haber ganado la mayoría de la Cámara de Diputados.

En entrevista, Eduardo Bailey, dirigente del PRI en Nuevo León, dijo que el partido debe cuidar muy bien sus cuadros y actores políticos, pues es ahí donde se corre el riesgo de sufrir descalabros, como sucedió con El Bronco, ex priísta con 33 años de militancia que ganó los comicios del estado.

Dijo que se perdió la gubernatura de ese estado porque el PRI se desgasto en pleitos con el PAN. La ciudadanía se hartó de dicha disputa y optó por una tercera vía.

En la encerrona hubo priístas que hablaron de traiciones, fuego amigo y de que no cerraron las heridas de la contienda interna, como causales que impidieron mantener la gubernatura regiomontana.

Cuestionado al respecto, Bailey rechazó tales traiciones. Lo que hubo fue descontento por lo que estaba sucediendo con el instituto y sus gobiernos. Mucha gente que votaba por el PRI, inclusive militantes, optaron por el candidato independiente.

Frente a los señalamientos de que algunos operadores políticos priístas no jalaron con su partido, expuso que se tendrán que acumular pruebas para hacer esas acusaciones, que podrían ser motivo de algún procedimiento disciplinario.

Al término del encuentro, los priístas insistieron en que tuvieron buenos resultados en la elección pasada. Sin embargo, adentro hubo manifestaciones de preocupación porque la votación en favor del PRI se ha reducido y su presencia en las ciudades también ha decaído, ya que de las 22 urbes más importantes, el tricolor sólo gobierna en 12.