La chiquillada en la ALDF
Una cuestión de peso
Persiste el cisma perredista
abrá que ver cómo se forman los grupos políticos en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, porque quien crea que las fracciones quedarán integradas por los legisladores de un solo partido podría estar totalmente equivocado.
Los grupos chicos, por decirlo de alguna manera, tendrán que cobrar fuerza bien agarrados de los más grandes, porque de otra manera no tendrán la posibilidad de hacer que sus propuestas de nuevas leyes, por ejemplo, progresaran, así que habrá que esperar otro poco para saber de que lado mascará la iguana.
Y cosa difícil de creer, pero cierta, es que partidos como el PAN o como el propio PRI tendrán que tejer alianzas para lograr algún tipo de presencia en la ALDF, donde, como se ven las cosas hasta ahora, la lucha será despiadada por hallar la mejor fórmula para construir andamios que les permitan lograr, también, mayor presencia y credibilidad entre la gente.
Será el PRD el que trate de lograr que los otros partidos se unan a su causa, que no será otra que la que mande el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, y que será, desde luego, la fachada que tendrá que mostrar a la gente para los fines que ya tiene previstos. Por eso es tan importante que se logren esas uniones, pero tal vez la suma de la alianzas no les alcance para construir la mayoría necesaria.
Pero nada está dicho. Habrá fracciones, y eso lo veremos pronto, que ya están a la venta, pero también hay grupos agraviados que tal vez se nieguen a jalar con el PRD y prefieran intentar una mayoría, por ejemplo, con Morena, o simplemente no participarán y con ello cancelarán las posibilidades, digamos que del PRD, para lograr que ciertas propuestas de ley pesen a favor con la mayoría de los diputados.
No hay, por ahora, ninguna fracción gozne, es decir, ningún grupo podría ser, por sí solo, el que inclinara la balanza, pero sin duda podría crearse algún ámbito no previsto que creara esa mayoría ambicionada para cualquiera de los grupos dominantes, Morena o PRD, pero eso aún no está en la agenda de los partidos o cuando menos eso dicen, porque de que ya hay reuniones que podrían establecer acuerdos, es un verdad de a kilo.
Raúl Flores, quien funge como presidente del PRD en el DF, ya ha estado en contacto con algunos representantes de partidos para ir acondicionando las reuniones que pudieran culminar con acuerdos. Y es que Flores podría convertirse en el líder del PRD en la ALDF, lo que daría la posibilidad de construir los puentes que permitieran al PRD ir adelante en los planes de gobierno de Miguel Ángel Mancera.
Lo malo, hasta donde sabemos, es que en lo interno el PRD aún no ha logrado solucionar buena parte de los conflictos derivados de la elección pasada. Las acusaciones de uno y otro lados no cesan porque en ninguno se quiere reconocer que la culpa de la debacle perredista la tiene Nueva Izquierda, es decir, los chuchos, que le pusieron precio al partido y con ello ganaron el repudio del elector, cuando menos en el DF.
Mientras eso sucede y no hay visos de arreglo, del lado de los partidos representados en la ALDF no hay confianza de que caminar con el PRD sea una decisión correcta, y lo tiempos siguen su marcha, nada más.
De pasadita
Dice el diputado Manuel Granados que lo que se dijo aquí en la anterior entrega, eso de que se hará todo lo posible por impedir que Morena, aunque sea mayoría, controle el poder en la ALDF, es mentira, y que se habrá de respetar la voluntad de la gente que llevó a los diputados locales a las curules que ahora ocupan. Bien, y por cierto, también nos dijo que no anda en busca de chamba. Vale.
