Miércoles 24 de junio de 2015, p. 22
Tokio.
En una inusual protesta contra un jefe de gobierno en Japón, unas 5 mil personas abuchearon al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, durante la ceremonia de conmemoración del 70 aniversario de la batalla de Okinawa y cuando el gobernante ofrecía más apoyo económico a este archipiélago, a cambio de mantener la base militar estadunidense establecida aquí desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Debemos congratularnos de disfrutar la paz, la seguridad y la libertad después de atravesar indecibles desgracias
, dijo Abe en un breve discurso que fue interrumpido varias veces.
Situada en el mar de China, cerca de la costa continental china y de la península coreana, Okinawa tiene gran valor geoestratégico para Estados Unidos, además de albergar a la mitad de los 47 mil militares estadunidenses apostados en Japón.
Los residentes del archipiélago, en el sur del país, se quejan del ruido de los aviones y temen que haya accidentes. Pero sobre todo denuncian actos delictivos cometidos por los militares estadunidenses, incluidos algunos casos de violación de mujeres.