Ginebra.

Fuerzas del gobierno de Siria y milicias rebeldes incluyendo el Estado Islámico (EI) utilizan como arma de guerra el asedio y la falta de acceso al agua y alimentos hasta que los civiles mueren de inanición, aseveró la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El uso de los sitios y la negación del acceso humanitario a los civiles sirios ha obligado a sufrir privaciones extremas durante meses, a veces años, indicó Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria en un informe divulgado aquí.

Como resultado de ello resulta “impensable como es que algunos –incluyendo niños– han muerto de inanición, deshidratación y enfermedades”, afirmó.

El gobierno, refirió el reporte, sigue asediando el campamento de Yarmuk, en Damasco y la zona del este de Ghouta y Zabadani en la campiña de Damasco. Estos cercos tienen más de dos años y han dado lugar a que los civiles mueran de hambre, o que mueran por enfermedad o lesiones sufridas durante los bombardeos aéreos.

Los entrevistados en el interior del campamento de Yarmuk dicen verse obligados a comer animales domésticos y hojas para sobrevivir, lamentó la comisión.

En el informe recordó que el derecho internacional humanitario prohíbe utilizar el hambre como método de guerra y recordó el trauma sicológico severo que caracteriza a las comunidades sitiadas.

Otro informe de una agencia de Naciones Unidas, la Organización Internacional de Migraciones, resaltó que el número de personas desplazadas en Irak debido a la violencia del EI –que proclamó el año pasado un califato en Irak y Siria– supera los 3 millones.

El EI, que este martes llamó a intensificar sus ataques durante este mes de ayuno musulmán Ramadán, difundió un video en el que muestra la ejecución brutal de 16 espías, algunos de ellos ahogados dentro de una jaula en una piscina. A otros cuatro se les encerró en un automóvil que fue destruido con un disparo de lanzacohetes. Se muestra a otros siete hombres con collares explosivos que al estallar dejan decapitados a algunos.

A todo esto, Washington se mantendrá firme en su postura de no pagar rescates por estadunidenses secuestrados por extremistas en el extranjero, informó CNN.