Jóvenes que no fueron aceptados en diversas universidades marcharon ayer hasta la sede de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para demandar la ampliación de la matrícula en la educación superior de calidad y mayores presupuestos para ese sector.

Agrupados en el Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (Maes), unos 100 no aceptados en las universidades públicas del área metropolitana de la ciudad de México exigieron a las autoridades correspondientes un espacio en instituciones como las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), Autónoma Metropolitana y Pedagógica Nacional, así como en el Instituto Politécnico Nacional.

Por ello, demandaron la instalación de una mesa de diálogo para analizar nuevas formas de ingreso, más allá del examen de selección, el cual –reclamaron– debe suspenderse como único método.

Lamentaron que cada año unos 200 mil jóvenes no puedan ingresar en las universidades públicas de la zona conurbada de la ciudad de México. Al respecto, pusieron de ejemplo que tan sólo en el primer examen de selección de este año a la UNAM, cuyos resultados se dieron a conocer en marzo pasado, de los más de 128 mil aspirantes, sólo obtuvieron un lugar 11 mil 490, equivalente a 8.9 por ciento.

Los jóvenes calcularon que al sumar a todas las instituciones públicas de educación superior de la zona, alrededor de 90 por ciento de los aspirantes no obtendrán un espacio para seguir su preparación. Recordaron que este fin de semana la UNAM publicará los resultados de la segunda prueba y se calcula que un porcentaje similar quede fuera.

Respaldo a profesores

Los jóvenes iniciaron una marcha desde el Hemiciclo a Juárez hacia la SEP, pero primero se dirigieron al plantón que los profesores disidentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación mantienen en el Monumento a la Revolución para expresar su apoyo a la lucha magisterial.

Al llegar a la SEP, señalaron que por décimo año consecutivo acuden hasta esta dependencia para demandar a los gobernantes soluciones adecuadas al tamaño del problema. No sobran estudiantes, sino faltan escuelas.

Los jóvenes rechazaron las universidades técnicas o politécnicas, así como el sistema de universidad abierta emprendidas por la SEP como opciones para solucionar el problema de la baja matrícula en las universidades públicas.

Aun cuando se manifestaron frente a la SEP, no fueron recibidos por ningún representante de esa dependencia. Propusieron que la mesa de negociación se instale el próximo primero de julio.