Quito.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró este jueves que existe una conspiración en marcha en su país, tras censurar las manifestaciones de opositores que se realizan desde el lunes en varias ciudades contra los proyectos de ley gubernamentales que incrementarán el impuesto a las herencias y crearán otro para aplicar a la plusvalía.

La noche del miércoles grupos de oposición y colectivos ciudadanos se movilizaron por tercer día consecutivo en esta capital, Guayaquil, Cuenca y otras ciudades, y tuvieron roces con simpatizantes del oficialismo, que también salieron a marchar.

Ambas movilizaciones coincidieron en el norte de la capital, donde la policía intentó separarlas, pero no pudo evitar actos de violencia que dejaron varios heridos, entre ellos el ex ministro de Cultura Paco Velasco, quien defendía a Correa.

Gremios empresariales, políticos y ciudadanos de clase media encabezan el frente opositor. Los alcaldes derechistas de Quito, Mario Esteban Rodas, y de Guayaquil, Jaime Nebot, también piden el retiro del proyecto de aumentar el impuesto a las herencias.

No esperábamos la reacción de los empresarios, subestimamos la concentración de las empresas en pocas familias. Sí nos sorprendió la sobre reacción de algunos sectores, dijo Correa desde Bruselas, de acuerdo con la agencia estatal Andes.

En rueda de prensa declaró que las manifestaciones son sólo un pretexto para lanzar toda la ofensiva, y defendió su proyecto al señalar que la ley de herencias afectará solamente a 2 por ciento de los ecuatorianos.

Tres de cada mil ecuatorianos reciben una herencia cada año y tres de cada 100 mil reciben un patrimonio mayor a 50 mil dólares. Entre 2010 y 2014 sólo cinco personas, de los 16 millones de habitantes, heredaron más de un millón de dólares, según el presidente.

La reforma, que fue remitida el lunes a la Asamblea Nacional (de mayoría oficialista), propone una nueva tasa con base en una tabla que va hasta 47.5 por ciento para herederos directos, según un rango de valores que arranca en 70 mil 800 dólares.

Además de la ley de herencias, el gobierno planteó un impuesto a la plusvalía (ganancia extraordinaria) que obtienen los dueños de predios privados por las inversiones públicas, y antes aumentó los gravámenes sobre un tercio de las importaciones para evitar la salida de divisas.

Correa, cuyo gobierno iniciado en 2007 ha sacado de la pobreza a 1.3 millones de personas, defendió la iniciativa como parte de su lucha para redistribuir la riqueza y democratizar la propiedad, y negó que los nuevos impuestos vayan a afectar a los más pobres o a la clase media.

Al cierre de esta edición se informó que los opositores se volvieron a manifestar en Quito por cuarta noche consecutiva.