Ciudad del Vaticano.

El papa Francisco aprobó este miércoles la creación de un tribunal eclesiástico que juzgará por el delito de abuso de poder a los obispos acusados de encubrir o de no tomar medidas para evitar los atropellos sexuales de sacerdotes contra menores, en cumplimiento de una exigencia de las víctimas y sus familiares.

El nuevo tribunal contra la negligencia de los prelados, que estará regido por la Congregación para la Doctrina de la Fe, juzgará a obispos en relación con delitos de violación de funciones vinculados a abusos de menores, señaló el Vaticano en un comunicado.

El objetivo de esta medida es lograr la completa asunción de responsabilidad de los obispos, quienes tienen la autoridad directa sobre todos los sacerdotes de sus respectivas diócesis, precisó.

Los grupos de víctimas habían pedido durante años que el Vaticano estableciera procedimientos claros para hacer que los obispos asuman la responsabilidad por abusos ocurridos dentro de sus diócesis, incluso aunque no fueran directamente responsables por esos delitos.

El cardenal Sean O’Malley, jefe de la comisión especial sobre abusos, creada en 2014, mostró una propuesta en ese sentido a los cardenales asesores del pontífice, que concluyeron este día un encuentro de varios días. El panel aprobó la medida y luego la presentó al Papa, quien la aceptó y autorizó financiamiento para el personal de la nueva oficina, además de que fijó un plazo de cinco años para evaluar la eficacia del tribunal.

El Papa Francisco introdujo el delito de abuso de poder episcopal, el cual tuvo que ser revisado, pues si bien existía en el derecho canónico no había mecanismos para encarar esos casos, declaró el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi. Ahora hay un proceso específico donde el Vaticano puede lidiar con obispos que son negligentes al manejar los casos de abuso en sus territorios, sostuvo.

Sin embargo, la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico criticó que la medida no va suficientemente lejos. Mientras que miembros del clero tengan la responsabilidad de ocuparse de clérigos que cometieron y encubrieron abusos, poco cambiará, argumentó su presidenta, Barbara Blaine.

Por tanto, pidió la reforma de las leyes seculares para que los miembros del clero que lastimen niños y escondan a los agresores puedan ser perseguidos penalmente.

La Iglesia católica se ha visto sacudida desde hace algunos años por el escándalo de abusos durante décadas en numerosos países. En los pasados 20 años han sido denunciados miles de casos de atropellos sexuales a niños y adolescentes por parte de curas, en particular en Irlanda y Estados Unidos, en general cometidos entre los años 1960 y 1990.

Y aunque en años recientes el Vaticano endureció sus leyes y destituyó a numerosos sacerdotes acusados en estos casos, ha sido criticado por grupos defensores de los derechos humanos y otros por no castigar o retirar de su cargo a obispos que encubrieron a sacerdotes que violaron o abusaron de niños.

En el pasado, la impericia de obispos en diversos países ha profundizado la crisis. Un caso emblemático es el de Bernard Francis Law, ex arzobispo de Boston, quien salió huyendo de su país en 2002 y se refugió en el Vaticano para evitar un proceso por cobertura de abusos.

Paraíso, pero no fiscal

En otro tema, el Vaticano se comprometió a compartir con Estados Unidos información fiscal de ciudadanos estadunidenses, la medida más reciente para mejorar la reputación de su banco tras una serie de escándalos. Las autoridades italianas acusan desde hace tiempo que el banco vaticano ha sido un paraíso fiscal.

Por otro lado, Jorge Mario Bergoglio pidió al presidente de Rusia, Vladimir Putin, que haga un esfuerzo importante y sincero para lograr la paz en Ucrania y lo exhortó a “respetar los acuerdos de Minsk, durante un encuentro que ambos sostuvieron en el Vaticano.