Se requieren más para continuar estudios de males como el Parkinson y el Alzheimer
Aun cuando el paciente haya muerto, sus tejidos pueden aportar conocimiento en torno a las enfermedades neurodegenerativas
La exposición se montó en el Túnel de la Ciencia
Jueves 11 de junio de 2015, p. 2
Los responsables del Banco Nacional de Cerebros, que custodia 250 órganos destinados al estudio de enfermedades neurodegenerativas, planean que la institución se convierta en un biobanco y cuente con otros tejidos que estén disponibles para el investigador que lo solicite.
Según José Luna Muñoz, coordinador del banco, el cambio podría suceder en dos o tres años. Por lo pronto, en esta institución, cuya sede está en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Intituto Politécnico Nacional (IPN), se concentran en entender enfermedades como Huntington, Parkinson y Alzheimer.
Al inaugurar ayer la exposición Banco Nacional de Cerebros, una nueva vida para un cerebro, en el Túnel de la Ciencia de la estación La Raza del Sistema de Transporte Colectivo Metro, el investigador recordó que uno de los proyectos en los que centran sus esfuerzos es el desarrollo de un método de diagnóstico del Alzheimer.
Los primeros síntomas clínicos de esa enfermedad son pequeños olvidos o incluso alteraciones en la percepción de olores, pero antes de 20 años difícilmente se diagnostica el grado de degeneración neuronal. El padecimiento se confirma cuando el paciente falleció.
Por ello, un equipo de siete estudiantes de maestría, posgrado y servicio social, un técnico y un auxiliar de investigación, además del coordinador del banco, trabajan con la esperanza de conseguir diagnosticar la enfermedad antes de que la degeneración neuronal acabe con el paciente.
Para ello intentan comprender la enfermedad y las prot
Por medio de la exposición, que cerrará en julio, queremos que la gente sepa más sobre estas enfermedades y que aunque los pacientes con enfermedades neuronales hayan fallecido, aún pueden aportar sus tejidos
para la búsqueda de tratamientos eficaces, comentó Luna.
La muestra expone la historia detrás de la creación del Banco Nacional de Cerebros y proporciona información detallada acerca de enfermedades neurodegenerativas, cuyos estragos es posible observar en cerebros reales, plastinados por el neurocirujano Jorge Figueroa, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Sobre el proceso para donar cerebros, el investigador comentó que empieza cuando los interesados se comunican por teléfono al banco (5747-3800, extensión 1748) o por el correo electrónico de su coordinador ([email protected]). Ahí se les brinda la información necesaria. Posteriormente se les hace llegar una carta consentimiento, la cual no obliga a dar el órgano, sino simplemente expresa la intención. Cuando fallece el donante, el banco coordina el traslado del cuerpo al Instituto Nacional de Neurología, donde se obtienen los tejidos para la investigación.
Luego de que se realiza la extracción del tejido, procedimiento que dura un par de horas, se indica a los servicios funerarios adónde llevar el cuerpo. En un periodo de 28 días, los investigadores envían un informe con los hallazgos relacionados con neuropatologías encontrados en el tejido. Ni el traslado del cuerpo ni los estudios tienen costo.