Doha.

El Estado Islámico (EI) representa una amenaza mundial y podría ser necesaria una generación o más para acabar con él, declaró este miércoles el general John Allen, comandante de las fuerzas estadunidenses que combaten a los yihadistas en Siria e Irak. Horas después, el subsecretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, aseguró que más de 10 mil combatientes de ese grupo extremista fueron muertos desde que Washington comenzó su ofensiva aérea, en agosto pasado, contra la organización que proclamó un califato en amplias zonas de Irak y Siria.

El general Allen aseguró que una larga campaña será necesaria para eliminar al EI, que pone en peligro los avances de la humanidad durante un foro en esta ciudad. Vencer la ideología de Daech (acrónimo del EI en árabe) podría llevar una generación o más.

El martes, los representantes de una veintena de países de la coalición que bombardea al EI en Siria e Irak, se reunieron en París para analizar su estrategia frente a los yihadistas. Los asistentes dieron su apoyo al plan militar del primer ministro iraquí, Haider Abadi, para reconquistar la provincia occidental de Anbar, cuya capital, Ramadi, cayó en manos del EI el mes pasado.

En declaraciones a Radio Francia Internacional, Blinken aseguró: hemos visto muchas bajas desde el comienzo de esta campaña, y esto acabará surtiendo efecto. No precisó si hablaba de Irak, Siria o de ambos países.

La organización defensora de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) acusó a Jordania de mantener bloqueados a cientos de refugiados sirios en el desierto cerca de la frontera con Siria, con un acceso limitado a la ayuda humanitaria.

Jordania debe permitir a las personas ir más lejos, dijo HRW, que pidió que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados los registre como solicitantes de asilo”. El gobierno jordano rechazó por la noche estas acusaciones y afirmó que el país mantiene una política de fronteras abiertas para los refugiados sirios.