Bogotá.

La fuerza aérea colombiana bombardeó la madrugada de ayer un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el suroeste del país, que segó la vida a 26 guerrilleros y llevó de inmediato a la organización insurgente a suspender el cese el fuego unilateral, declarado el 20 de diciembre de 2012.

Pese a la escalada en el conflicto tanto el gobierno del presidente Juan Manuel Santos como el alto mando de las FARC manifestaron su disposición a continuar las sesiones de diálogo que se realizan en La Habana desde finales de 2012 y que las partes tienen previsto reanudar hoy.

Durante un discurso en el que anunció el bombardeo, Santos se dirigió al ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, para indicarle que ésta ha sido, ésta es y ésta seguirá siendo la orden: no bajar la guardia.

El blanco del ataque aéreo fue un campamento del llamado Frente 29 de las FARC, en el municipio de Guapi, departamento de Cauca, 480 kilómetros al suroeste de Bogotá.

Esta operación no sólo es resultado de esa precisa instrucción, sino también de la acción clara y contundente contra el narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión, toda vez que este frente es el principal responsable de las finanzas del Bloque Occidental (de las FARC) y, por ende, de esas actividades criminales en la región, afirmó Santos.

Desde el día que se iniciaron las conversaciones en La Habana he sido claro, muy claro, en que las operaciones de nuestras fuerzas armadas contra la subversión no se detendrían y no se detendrán, agregó.

A pesar de no haber decidido un cese de hostilidades, Santos pidió en marzo a las fuerzas armadas gubernamentales la suspensión de los bombardeos de la fuerza aérea. En abril ordenó reanudarlos a raíz de un ataque del Frente 29 de las FARC que causó la muerte a 10 soldados en el municipio de Buenos Aires, en Cauca.

En respuesta a Santos, las FARC anunciaron la suspensión del alto el fuego unilateral. Nos duelen por igual las muertes de guerrilleros y soldados, hijos de un mismo pueblo y procedentes de familias pobres. Debemos parar este desangre, indicaron en un texto publicado en Internet, firmado por el secretariado general del Estado Mayor y difundido desde las montañas de Colombia.

Contra nuestra voluntad tenemos que proseguir el diálogo en medio de la confrontación. Aunque Santos anuncia que mantendrá la ofensiva, insistiremos en la necesidad de acordar cuanto antes para salud del proceso de paz y evitar nuevas victimizaciones, el cese bilateral de fuegos que con tanta insistencia han reclamado las mayorías nacionales, puntualizó.

La Defensoría del Pueblo de Colombia alertó sobre posibles ataques de la guerrilla de las FARC en 10 departamentos del país, incluidos Antioquia, Cauca, Chocó, Arauca, Putumayo, Huila, Nariño, Meta, Caquetá y Valle del Cauca.