Para los más pobres es menor en términos reales al de 1984, mientras se elevó para ricos
Viernes 22 de mayo de 2015, p. 27
La desigualdad en la distribución del ingreso en México es una de las mayores entre los países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y ha ido en aumento en los años recientes
, aseguró este jueves el organismo.
El ingreso disponible de las familias mexicanas ha caído fuertemente
desde la crisis de 2008-2009, lo que ha ahondado la brecha entre los que más perciben y los estratos de menores recursos, de acuerdo con el reporte. Para los más pobres, el ingreso actual, medido en términos reales, es menor al de 1984, apuntó.
La ampliación de la brecha ha llevado a que actualmente 10 por ciento de los hogares que están en la punta de la pirámide perciban un ingreso 30.5 veces mayor que el de 10 por ciento de los hogares más pobres. Como referencia, en los años 80 del siglo pasado, cuando el país vivió la llamada década pérdida
de crecimiento –por la crisis de la deuda externa–,10 por ciento de los hogares más ricos tenía un ingreso 22 veces mayor que el de los más pobres, según los datos aportados por la OCDE.
México, comparado con el promedio de la OCDE, aparece como el segundo país más desigual en distribución del ingreso, superado sólo por Chile. Mientras aquí el ingreso de los hogares más ricos supera en 30.5 veces al de los más pobres, el promedio para el conjunto de naciones que pertenecen a la organización es de 9.6 veces.
En los últimos 30 años, la desigualdad en el ingreso se ha incrementado en la mayoría de países de la OCDE
, según el reporte En el mismo barco: ¿por qué menos desigualdad beneficia a todos?
Respecto de México, el informe de la OCDE plantea que la desigualdad en el ingreso disminuyó hasta mediados de la década de 2000, pero se ha incrementado a partir de la reciente crisis económica, que estalló en el otoño de 2008 y cuyos efectos se siguen resintiendo.
El ingreso real disponible de los hogares mexicanos se redujo fuertemente como consecuencia de la crisis financiera mundial. En 2010, el promedio de ingreso de los hogares fue 11 por ciento menor que en 2008. Entre 2010 y 2012, el ingreso total de los hogares creció un poco, sin embargo, sólo los que están en la parte superior se beneficiaron (con un aumento de 7 por ciento), mientras que los ingresos de 40 por ciento de los hogares más pobres se redujeron en 3 por ciento, de acuerdo con el reporte.
Es preocupante que esto no sólo se produce durante la crisis, sino que se trata de una tendencia a largo plazo. Durante las pasadas tres décadas, el crecimiento del ingreso en la parte superior rebasó la media. De hecho, en términos reales, el ingreso de 10 por ciento de los hogares en la parte inferior son menores en 2012 de lo que eran en 1984
.
En México, la pobreza medida por ingresos –en la que se incluye a la población con un ingreso por debajo de 50 por ciento de la media nacional– es casi el doble del promedio de países de la OCDE y, después de un descenso continuo desde 1996 comenzó a aumentar de nuevo en 2007, dice el reporte.
Los programas sociales de transferencias focalizadas (como Oportunidades o Prospera) han desempeñado un papel importante en la reducción de la pobreza absoluta (quienes tienen un ingreso menor a 2.5 dólares por día) desde finales de 1990 hasta el inicio de la crisis global, apunta. Las políticas fiscales de transferencias en efectivo y los impuestos directos e indirectos han reducido la pobreza significativamente, lo que no ha sido el caso para otros países de la región, añade. Además, los hogares pobres son receptores netos de transferencias de efectivo y la mayor parte del dinero en efectivo va a los deciles de ingresos más bajos.
Sin embargo, las familias de bajos ingresos son vulnerables a las adversidades económicas y a pérdidas de ingreso, dado que las transferencias en efectivo que reciben representan sólo un modesto apoyo a sus presupuestos.