Luego de la llamada pelea del siglo, a la fecha se han interpuesto 32 demandas colectivas contra el pugilista Manny Pacquiao y algunas contra el ganador Floyd Mayweather.

Las querellas argumentan que el filipino debió haber dicho la verdad sobre su lesión en el hombro derecho antes de la contienda, el pasado 2 de mayo.

Más bien fue el fraude del siglo, porque la pelea no fue espectacular, sino aburrida, lenta y deslucida, según la queja presentada en Texas, alegando asociación delictiva, reclamación normalmente reservada al crimen organizado.

Sobre las ganancias, se esperaba que los boxeadores se embolsaran más de 100 millones de dólares, HBO y Showtime batieron récords con más de 400 millones de 4.4 millones de espectadores que pagaron para ver la pelea por televisión y que ahora exigen les sean reembolsados.

Expertos en resolución de disputas legales dudan que los desencantados seguidores puedan lograr una victoria.

Habrían tenido más demandas si no realizan la pelea, dijo Maureen Weston, director del proyecto de resolución de disputas en entretenimiento, medios y deportes de la Universidad de Pepperdine, California.

En el DF, el poblano Rafael García, quien trabaja en la esquina de Mayweather, comentó que la pelea no fue un fraude, ya que Floyd boxeo a su estilo, que para muchos puede no ser atractivo, pero es su forma de trabajar.

De vacaciones en México –radica en Las Vegas–, señaló que el plan de pelea del Money tuvo que cambiar porque éste porque comentó a su equipo que apenas si sentía la pegada del filipino.