El secretario ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE), Edmundo Jacobo Molina, sostuvo que la organización del proceso avanza en la integración de funcionarios de casilla –con 84 por ciento de avance– y subrayó que, sin pretender minimizar ni hacer amarillismo, no se ha resentido la presencia de la delincuencia organizada en la capacitación de funcionarios de casilla. Incluso señaló que en algunas partes, donde hay pandillerismo, hay mayores dificultades que por violencia derivada del crimen organizado

A la delincuencia organizada no le gustan los reflectores, las elecciones traen muchos reflectores, entonces más bien no se meten y menos con una elección federal. Lo que ha pasado son incidentes propios de las situaciones de conflictividad que hay en algunos lugares del país, enfrentamiento entre las fuerzas del orden y grupos delictivos, pero en general no han entrado directamente a la organización de las elecciones, indicó.

Destacó que el INE no pretendía minimizar el hecho, por lo que se le ha dado un seguimiento a los incidentes de violencia que se han registrado. Sí nos preocupa, sí nos ocupa, sí estamos atentos, pero sí tenemos también los protocolos de seguridad como para poder atender esta contingencia.

El secretario ejecutivo sostuvo que estamos coordinados con quienes les corresponde atender, que es la policía, en su caso, federal, local o municipal, aseguró el secretario ejecutivo, quien subrayó la existencia de los protocolos de seguridad para los 40 mil capacitadores electorales que tienen distribuidos en todo el país.

Jacobo Molina destacó que han tenido mayores complicaciones para integrar a los funcionarios de casilla en zonas metropolitanas de Guadalajara, Monterrey y el Distrito Federal, particularmente en donde hay colonias residenciales, pues han encontrado reticencia de sus habitantes a participar.

Destacó que a pesar de la coyuntura que prevalece en Guerrero, particularmente en la zona de Iguala, los reportes de participación de la sociedad en la organización electoral dan cuenta de que está por arriba de la media nacional.

El funcionario dio a conocer, por otro lado, que también se da seguimiento a problemáticas específicas en entidades como Oaxaca y Guerrero. Indicó que si bien en el promedio nacional 60 por ciento de las casillas se coloca en escuelas, para esta elección en el caso de Oaxaca, donde se anunció una nueva movilización magisterial, se optó por no instalar ninguna casilla en los planteles, a diferencia de 2012, cuando 22 por ciento de las casillas se ubicaron en centros escolares.

Jacobo Molina destacó que para este año el número de funcionarios a integrar en las casillas será de 1.2 millones, pues, recordó que en esta ocasión pasó a nueve el número de ciudadanos que deben integrar las mesas de casilla, derivado de la reforma electoral que consolidó la casilla única.

Precisó que en esta ocasión, de las cerca de 149 mil casillas electorales que se colocarán en todo el país, 55 por ciento serán únicas de elecciones concurrentes (de gobernador, alcaldes y congresos locales), mientras que 45 por ciento serán casillas exclusivamente para la elección federal.