Cuando empezaron sus estudios se veían a sí mismos como una especie de conejillos de indias de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), porque son parte de la primera generación de estudiantes que concluye sus estudios en la Unidad Lerma.

Ahora que buscarán empleo, creen que con la formación que recibieron podrán contribuir a construir el prestigio de esta institución en la región.

Dos días antes del sexto aniversario de la creación de la primera sede de esta casa de estudios ubicada fuera del área metropolitana de la ciudad de México, 27 alumnos recibieron un reconocimiento de manos del rector general de la institución, Salvador Vega y León. Son los primeros egresados de la UAM Lerma. De los que se gradúan en estos días de las tres carreras que ofrece la unidad, la mayoría son mujeres.

En una ceremonia que tuvo lugar ayer en la rectoría general de la casa de estudios, tres de los alumnos condecorados compartieron algunas de las experiencias vividas en los cuatro años que estuvieron en las aulas de la institución.

Sin aulas y sin materiales

Por la ingeniería de recursos hídricos, Itzel Alejandra Hernandez dijo que hubo circunstancias a lo largo de su carrera que la llevaron a cuestionarse su estancia en la universidad, como la carga académica y la falta de materiales.

Zaray Labastida Mejía, egresada de la licenciatura en políticas públicas, aseguró haber experimentado un momento de incertidumbre que la hizo sentir pánico al preguntarse qué sigue en su vida después de concluir sus estudios universitarios.

Daniel Rosas Gómez, quien concluyó la licenciatura en biología ambiental, recordó: decíamos que éramos los conejillos de indias, pero dejamos de serlo y ahora nos toca ser la punta de lanza y mostrar que los egresados de la UAM son profesionales.

Si bien les tocó una universidad con salones provisionales y carencia de laboratorios, la cual además pasó por un periodo de inestabilidad institucional –estuvo casi un año sin rector–, el titular actual de la unidad, Emilio Sordo Sabay, consideró que a estos muchachos les fue muy bien. (...) Se han dado cuenta de que los recursos son importantes, pero algo más importante es la calidad académica. Quizá aún no contamos con los grandes laboratorios, sin embargo, en la UAM tenemos una gran planta docente y 90 por ciento de los profesores son doctores.