Exposición de 45 cajas arte-objeto intervenidas por Marcela Lobo
La muestra comenzó a configurarse cuando Gilberto derrumbó la casa de la artista en Cancún: Entendí que es importante recuperar tu pasado
Domingo 10 de mayo de 2015, p. 3
Un diario narrado de manera visual con 45 cajas arte-objeto devela las experiencias y sentimientos de la artista Marcela Lobo (Distrito Federal, 1959), quien abre sus recuerdos más íntimos
en la exposición que se inauguró la noche del jueves en la galería Juan Soriano, del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
La muestra Lecturas del pasado: a través de objetos que pertenecieron a otros consta de 45 cajas arte-objeto elaboradas en varios materiales (madera, cristal o metal), las cuales fueron intervenidas por Marcela Lobo para describir con su contenido alguna etapa de su vida.
El interior de cada caja es un viaje al pasado: lo mismo se observan muñecas antiguas –elaboradas con tela o plástico–, que trastecitos de peltre en miniatura o de cerámica, idóneos para jugar a la comidita. También destacan los trompos de madera, telas y enseres de las boticas ya casi extintas.
De la misma forma se observan carretes de hilos, flores de papel, instrumentos musicales, una antigua máquina de coser y hasta zapatitos que al parecer tuvieron buen uso hace décadas. A la vista aparecen objetos ya olvidados y otros evocadores.
Estas cajas, que son como escenarios de un teatro de la memoria, están acompañadas por breves textos que redondean el sentido de la obra.
La exposición consta de las series: Inocencia perdida, El tiempo pasa, Los años felices, Me casé tres veces, No se aceptan quejas, Control de peso, Las ilusiones rotas, Creciendo, ¿Quién soy?, No hay marcha atrás, Farmacia boutique, En los años 60 había apagones todos los días, Algunas de las Bellas Artes, Los viajes ilustran, Los temblores, El hijo que no llegó, Me va a salir pelo de ángel y Juegos de mesa.
Siempre hay algún objeto que te toca
, explicó Marcela Lobo sobre los elementos que conforman la muestra, que se comenzó a configurar cuando el huracán Gilberto derrumbó la casa de la artista en Cancún, en 1988.
En esa época se perdieron todos los recuerdos físicos y con este proyecto comenzó a interesarme lo importante que es recuperar tu pasado.
Esta muestra, añadió, es una memoria en tercera dimensión.
Las muñecas y muñecos son recurrentes en la obra de Lobo, porque dijo que en su niñez eran sus juguetes preferidos. Les daba de comer, las paseaba, arrullaba y cantaba.
Entre las temáticas Marcela Lobo describe los años felices de su niñez, la adolescencia y los atavíos, los matrimonios, la temeridad de un amigo por la muerte, lo sorpresivas que eran las farmacias con todo lo que exhibían en sus aparadores y hasta el miedo por cambiar un fusible cada vez que se iba la luz.
La exposición Lecturas del pasado: a través de objetos que pertenecieron a otros permanecerá hasta el 12 de julio en el Cenart (Río Churubusco 79, esquina calzada de Tlalpan, colonia Country Club, cerca de la estación General Anaya, del Metro). Entrada libre.