Berlín.

Dos navíos de la marina alemana rescataron a más de 400 migrantes en el Mediterráneo, en su primera misión en la zona durante los renovados esfuerzos de la Unión Europea por atender la gran cantidad de personas que tratan de llegar a Europa desde las costas del norte de África.

El Ministerio alemán de Defensa dijo que en la primera etapa de las operaciones unos 250 migrantes, de los que se ignora la procedencia, se encontraban en una embarcación de madera a 250 kilómetros de la isla italiana de Lampedusa.

La fragata Hessen, que patrulla desde hace algunos días el Mediterráneo junto con el barco de avituallamiento Berlín, se desplazó al lugar para socorrerlos, tras recibir una llamada de emergencia de las autoridades italianas. En una segunda operación, el Berlín socorrió a 180 personas más que se hallaban en dos botes de caucho, a unos 70 kilómetros de las costas libias.

El Hessen y el Berlin entraron en acción el martes en un sector marítimo situado entre Libia e Italia para apoyar a las autoridades italianas en sus operaciones de socorro marítimo, pero no forman parte de la operación de vigilancia Tritón, puesto en marcha por Bruselas para ayudar a controlar las fronteras marítimas de Italia y a recuperar a los migrantes.

Mientras, en los restos del barco que naufragó hace tres semanas con más de 800 migrantes a bordo en las aguas del Mediterráneo se hallaron muchos cadáveres, informó el fiscal Giovanni Salvi.

Señaló que al menos una de las puertas de la cabina estaba abierta y explicó que se evalúa la posibilidad de ordenar el rescate del barco del fondo del mar para determinar si los migrantes realmente estaban encerrados.

Los equipos de rescate encontraron en su momento sólo 24 cadáveres y 28 supervivientes, quienes contaron que a bordo de la embarcación viajaban cientos de personas atrapadas en la bodega.

Por otro lado, el padre del niño de ocho años hallado el jueves en una maleta en el control aduanero de Ceuta, en la frontera entre España y Marruecos, fue enviado a prisión acusado de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, mientras el gobierno de la localidad se hizo cargo del menor, reportó el corresponsal de La Jornada en España, Armando G. Tejeda.

La Guardia Civil española descubrió al niño a través del escáner y sospecha que el hombre habría acordado con la joven marroquí de 19 años, identificada como Fátima, pasar al niño Abou M. escondido en la maleta, previo pago.

El padre, a quien habían denegado la reagrupación familiar, declaró en el juzgado que no sabía que su hijo iba a cruzar la frontera de ese modo. Una jueza acordó también prisión sin fianza para la mujer que portaba la maleta con el menor.