Se enfrentan Zetas y Pelones tras partido
Otros 37 sufrieron heridas menores; un bebé intoxicado con gases y 10 mujeres desmayadas
Lunes 27 de abril de 2015, p. 30
Un partido de futbol encendió ayer al mediodía las rencillas entre dos grupos que disputan el control del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cancún, Quintana Roo, lo que desató un motín en el que participaron alrededor de 500 reos de la sección uno y la conocida como el cuadro, informó el director del penal, Virgilio Morales Herrera.
La riña dejó un saldo de 11 heridos que requirieron hospitalización –uno llevaba un machete clavado en el cráneo– y 37 con lesiones leves. Además, un bebé de entre 12 y 14 meses resultó intoxicado con gas lacrimógeno.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) inició la averiguación 2366/2015 por motín, lesiones y lo que resulte.
El alcaide Virgilio Morales, general brigadier en retiro, señaló que los internos de la sección uno son procesados por delitos federales y la mayoría pertenecientes al grupo criminal Los Zetas; en el otro bando había miembros de la banda Los Pelones.
Intento de fuga
Inicialmente se informó de un intento de fuga que Morales Herrera negó. Versiones de celadores señalaron que efectivamente ocurrió, pero fue frustrada por la llegada de alrededor de 400 agentes de diversas corporaciones policiacas.
La PGJE señaló que, según los internos, “los hechos se suscitaron cerca de las 12 horas, después de un partido de futbol entre internos de el cuadro contra internos de la sección uno. Tras el duelo, en el que hubo roces entre integrantes de ambas organizaciones delictivas, se desató la zacapela”.
El alcaide sostuvo que en el enfrentamiento se usaron piedras, palos, varillas y puntas metálicas fabricadas por los reos.
Al penal acudieron policías municipales, estatales y federales, así como agentes antimotines y tres con perros entrenados, así como elementos del Ejército Mexicano y de la Armada, cinco ambulancias (cuatro de la Cruz Roja y una particular) y bomberos con un camión cisterna.
En Chetumal, el secretario estatal de Seguridad Pública, Juan Pedro Mercader Rodríguez, informó que los policías siguieron el protocolo en caso de motín y recuperaron el control.
En conferencia de prensa, explicó que los presuntos miembros de Los Zetas “rompieron una malla ciclónica y abrieron un boquete en el muro que comunica con el área de los reos comunes (el cuadro). Para obligarlos a replegarse fue necesario utilizar gas lacrimógeno y hacer disparos al aire”.
Fuera del penal, unas 800 personas intentaban conocer la situación de sus familiares presos. Los ánimos se caldearon y antes de que el general saliera hubo un conato de choque entre antimotines y la gente.
Dos horas después, el militar en retiro subió a una patrulla frente a la entrada al penal y, entre insultos, informó que todo estaba bajo control
.
Los bandos intentaron reanudar la gresca en dos o tres ocasiones, por lo que los uniformados lanzaron alrededor de 30 bombas de gas lacrimógeno y dispararon al aire, mientras desde las torres de vigilancia se gritaba a los reos que se colocaran pecho a tierra.
Las autoridades dieron prioridad a la protección de los familiares de reos, entre ellos mujeres, niños y bebés, pues fue día de visita familiar. Alrededor de 200 personas fueron sacadas y ninguna resultó lesionada. Los paramédicos atendieron a unas 10 mujeres que se desmayaron.
El subprocurador Carlos Arturo Álvarez Escalera realizó un recorrido por el penal, en el que también participaron 50 elementos de la Policía Judicial, dos del Ministerio Público y cuatro peritos criminalistas. Se confiscaron 115 puntas y tres machetes, además de trozos de madera y otros proyectiles.
Una vez que se recuperó el control, después de las 14 horas, se pasó lista a los reclusos, se confirmó que no hubo fugas y se acordó reanudar las visitas el martes.