Sábado 25 de abril de 2015, p. 19
Santiago.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, informó ayer que pronto anunciará medidas para combatir la corrupción, los conflictos de interés y el tráfico de influencias, en un intento por salir de la peor crisis que ha socavado su popularidad. Además, reconoció que no supo condenar con fuerza los modos éticamente imprudentes de hacer negocios
, en medio del escándalo de corrupción que involucra a su hijo mayor, Sebastián Dávalos Bachelet.
Este es un momento histórico para dar un paso decisivo en nuestra convivencia común. Últimamente hemos conocido numerosas irregularidades, ilegalidades y corrupción en la política, negocios y la relación entre ambos
, manifestó.
En pocos días más hablaré al país de manera franca, directa, para dar a conocer las acciones que vamos a emprender
, agregó.
Un consejo que integraron 16 expertos de distintas tendencias –encabezados por el economista Eduardo Engel– entregó a la presidenta 21 propuestas, contenidas en cinco capítulos, resultado de 45 días de trabajo.
Bachelet aseveró que tras estudiarlas definirá un camino
para evitar nuevos escándalos, que han remecido a uno de los países más estables y con mejor grado de inversión de América Latina.
No siempre supimos, ni supe, condenar con fuerza y a tiempo los modos éticamente imprudentes de hacer negocios. Lo digo con claridad y dando la cara al país: pudimos hacer más para que primara la transparencia en la relación entre política y negocios
, subrayó la mandataria.
Dávalos Bachelet es investigado por un millonario crédito que recibió una sociedad de su esposa por parte del mayor banquero del país.
La encuestadora privada Adimark dijo que la aceptación de la gobernante se desplomó en marzo a 31 por ciento y un sondeo de la firma CERC-Mori aseguró que la confianza en la democracia está en su peor nivel desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, en 1990.