Monterrey, NL.

Hijo putativo de Insite y demás manifestaciones artísticas que se dieron en las postrimerías del siglo pasado, el artista Daniel Ruanova (Mexicali, 1976) tuvo que irse a vivir a Pekín para valorar a Tijuana y advertir que su tierra fértil era adónde debía regresar.

Ruanova participó en la sexta Conferencia Internacional Arte, Arquitectura y Diseño, organizada por la Universidad de Monterrey (Udem), que ayer concluyó, con una intervención sobre el proyecto TJ en China, país al que se trasladó con su esposa, la artista Mely Barragán, en 2009, en gran parte debido a la ola de violencia desatada en Tijuana, pero también a raíz de la terrible depresión que vivió la urbe.

“Las estelas de Insite en el círculo del arte se disiparon y los que nos malacostumbramos a vivir en un circuito internacional muy jóvenes tuvimos que decir ‘no, esto se acabó, vamos a buscarle’. Fue cuando volteé hacia Monterrey, donde me representaba la Galería Arcaute Arte Contemporáneo, pero el dueño se fue a vivir a China en 2008. Mi esposa y yo nos fuimos un año después”, expresa a La Jornada.

Luego de pasar un año metido en su estudio haciendo obra, decidió abrir un pedacito de Tijuana en Pekín. La iniciativa funcionó como un archivo de artistas convocados cuyos portafolios o proyectos en video o impresos estaban en constante exhibición.

Luego realizaron exposiciones al atraer a los artistas y su obra hasta que Ruanova vio que hacía lo mismo que tanto criticaba: buscar la gran ciudad, entrarle al rat race; además, promovía a Tijuana afuera sin dar nada a sus habitantes.

Era el momento de regresar como artista creador y gestor, y empezar de nuevo con todos los elementos que ya sabemos que funcionan, porque siguen chocando las culturas.

Residencias artísticas

La pareja abrió, en la avenida Revolución, TJ en China, un espacio de residencias al que llegan artistas que han conocido, viven allí un mes y producen obra en Tijuana para un público local. “Hay un diálogo directo con la comunidad, ya no es el superstar que viene de afuera, deja dos o tres cosas y se va”, acota.

Ruanova participó en la conferencia internacional con dos proyectos: la instalación Heráldica para la frontera norte, de pintura, escultura, video y audio, montada en la galería de la planta baja de la División de Arte, Arquitectura y Diseño de la Udem, y la escultura Sitio de seguridad No. 1 (The fuck off project), emplazada temporalmente afuera del edificio diseñado por el arquitecto japonés Tadao Ando.

Heráldica… gira en torno a una sociedad a la que siempre ha sido impuesta su identidad por personas que están muy lejos de ella. De allí que el artista trata de generar símbolos con base en la apropiación de “los que nos tiran a la basura en Estados Unidos o del Distrito Federal. Hablo de palabras, íconos, por ejemplo hay una pieza, Spic. Para ganarle a la agresión hay que ridiculizarla”.

Para el entrevistado se debe luchar para que mis ideas puedan correr. Cuando exhibo en Estados Unidos me dejan de ver como artista latino, y sólo me ven como artista, y cuando exhibo en México me dejan de ver como artista del norte.

Sitio de seguridad No. 1 nació en Monterrey; consiste en construir una protección alrededor de ti con los materiales que usamos para paredes, pero trato de hacer evidente que cualquier pared que me construyo para dividirme de ti es el principio de un acto violento. Cuando valoro más mi seguridad que la tuya, ejerzo agresión contra ti.

Concebida en el miedo y la paranoia en 2008, Sitio… regresa a una academia en 2015, lo que habla de los procesos del arte que empiezan como respuesta a lo que se vive , que se tarda para consumir y diluirlo en el resto de la sociedad, señala Ruanova.