Permanece también el cacicazgo de Ángel Aguirre, admite
Martes 21 de abril de 2015, p. 4
El gobernador interino de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez, reconoció que en Iguala no se ha logrado erradicar todos los vínculos y complicidades establecidos por el ex edil José Luis Abarca, como tampoco se ha podido terminar con el cacicazgo del ex gobernador Ángel Aguirre.
A unos días de que venza la licencia que por seis meses pidió Aguirre Rivero en el cargo, Ortega Martínez admitió en entrevista con este diario que, de cara a las elecciones, hay por lo menos 22 municipios presuntamente vinculados con la delincuencia organizada, en los cuales corresponde a los partidos deslindar a sus candidatos. Se refirió a los ayuntamientos de Tierra Caliente y los de la Montaña alta, aquellos que colindan con Michoacán, Morelos, Puebla y Oaxaca.
También señaló que hay ‘‘tres focos rojos’’ en este proceso electoral: Tixtla, por ser el municipio donde se ubica la Normal Rural de Ayotzinapa –de ese ayuntamiento son 14 de los 43 normalistas desaparecidos de Iguala–, y algunas zonas de Chilpancingo y Tlapa.
El gobernador interino, cuyo mandato podría alargarse seis meses más a partir del próximo viernes, confió en que las próximas semanas se dé un gran acuerdo que garantice que en el estado haya comicios el próximo 7 de junio.
En conversación con este diario, en el hotel Hilton Alameda, expresó que el tema de las narcocandidaturas no puede obviarse cuando el estado cuenta con ayuntamientos donde las bandas delincuenciales ‘‘se han apoderado prácticamente de los territorios de cultivo y cosecha de goma de opio, que se obtiene a partir de la amapola. Guerrero es el primer productor de goma de opio en el mundo’’, advirtió.
‘‘Sería una irresponsabilidad (no hablar de la posibilidad de candidatos vinculados con el narcotráfico), porque eso es parte del drama de Guerrero y parte de lo que yo llamo las herencias malditas’’, indicó como preámbulo para referirse a la ‘‘gran masa de campesinos, pobladores de la Montaña alta y la sierra, que se convierten en presa fácil de la delincuencia organizada’’ debido a los rezagos ancestrales, la pobreza y la marginación. Y una vez que los narcotraficantes los hacen ‘‘dependientes, en una forma de esclavitud moderna, secuestran a adolescentes para hacerlos sicarios, secuestradores, incluyendo a jovencitas para la trata de personas y cobradores de derecho de piso’’.
El mandatario interino admitió que es esa zona donde se presume el vínculo de las autoridades locales con el crimen organizado. ‘‘Son 14 municipios de la Costa Grande y de la Costa Chica, y los de la Montaña alta. Lo tenemos que reconocer, porque nos lo golpea en la cara la tragedia de Iguala’’.
Por eso, afirmó, ‘‘es muy importante la elección ahora; con lo que pasó, ya nada puede volver a ser igual, y esa es una reflexión en que insisto mucho a los líderes del movimiento que están llamando al boicot electoral. Les digo: ‘¿por qué no mejor convocan a un gran diálogo con los partidos, donde el primer requisito sea que queremos candidaturas limpias, sin vínculos con la delincuencia organizada, para que nunca más volvamos a tener una tragedia como la de Iguala?’’’
–A propósito, ¿en Iguala se cortó de tajo todo el poder de los Abarca? –se le preguntó.
–No es nada fácil erradicar el vínculo de autoridades cuando, por cierto, arriban a la presidencia municipal teniendo nexos con la delincuencia organizada. Ellos (los narcotraficantes) tienen la idea de que no van a financiar la campaña de un político tradicional; ‘ahora vamos a penetrar ese partido para que nos postule’. Entonces es ahí donde se generan también complicidades entre liderazgos de los partidos, que cierran los ojos frente a quien trae recursos económicos para invertirlos en las campañas, sin investigar su procedencia.
Sobre la influencia de Aguirre Rivero, afirmó que hay una tradición muy arraigada en la cultura política guerrerense, basada en los liderazgos caciquiles, por lo que la entidad necesita ‘‘un renacimiento y una nueva clase política que abreve de los valores de la democracia’’.
Destacó que continúan las investigaciones sobre el gobierno del mandatario con licencia y se ha ordenado a la contraloría del estado auditar los recursos de esa administración, ‘‘y a nosotros mismos, en la ruta de los libros blancos’’. Adelantó que están por concluir más de 20 auditorías y hay que poner en manos de las autoridades correspondientes ‘‘lo que proceda, si hubo desvíos o mal uso de los recursos’’, añadió.
Ortega Martínez también se refirió a la violencia que ha asolado a Acapulco. Indicó que es una realidad que no se puede negar, pero en todo el estado. No obstante, dijo que ‘‘se producen estas incidencias de choques violentos entre grupos delincuenciales que se cobran cuentas entre ellos; yo no lo vincularía al tema de la fragilidad de las instituciones electorales ni la vulnerabilidad del proceso electoral’’, afirmó.