Le advirtieron que no lo enfrentara
Martes 21 de abril de 2015, p. a15
La derrota de Julio César Chávez junior, noqueado por el polaco Adrzej Fonfara el sábado pasado, fue una llamada de atención en su equipo para replantear su carrera. Pero enfrentan un gran problema, dice su tío Rodolfo Chávez, uno de los entrenadores que estuvo desde su debut como profesional: Es muy necio.
Ese es su mayor defecto, es muy testarudo y cuando algo se le mete en la cabeza es difícil hacerle cambiar de opinión
, cuenta Rodolfo, quien agrega que después de la derrota todo el equipo quedó muy desanimado, pero Chávez junior se ha obsesionado en volver a enfrentar a Fonfara.
Ese día quedó en evidencia la desventaja para pelear en peso semicompleto, sobre todo después de 13 meses inactivo, pero quiere enfrentarlo.
Su papá le dijo que no aceptara esa pelea, todos se lo dijimos, pero él la quiso; lamentablemente tenían razón y perdimos
, relata Rodolfo. Ahora todos le decimos que ya no tiene caso que tenga una revancha contra Fonfara, pero a él ya se le metió que quiere enfrentarlo en un peso menor y que está seguro de noquearlo. Quiere sacarse la espinita, pues
.
Chávez junior demuestra ese temperamento –indica su tío– y arriesga todo. Cuando está en combate pierde la cabeza, si le pegan pone la cara para demostrar que no le hacen nada.
Eso es lo primero que hay que corregir, la defensa
, dice Rodolfo. Porque expone mucho, y esta vez lo golpearon como nunca en su carrera; estaba muy lastimado
.
Rodolfo dijo que después de esta derrota fue criticado con severidad, porque aún le pesa mucho ser hijo de Julio César Chávez, uno de los más grandes boxeadores de la historia.
Sí, obvio que eso le benefició
, dice Rodolfo. Pero creo que le afectó todavía más porque es muy criticado, no le perdonan un tropiezo, sin importar que venga de más de un año de inactividad
. Ahora –señala– Julio César padre toma más distancia de la carrera de sus hijos, pero admite que fue una sombra muy asfixiante para ellos.