La escritora Edmée Pardo, a través de la fundación Alma, nos trae El brasier de mamá, serie de tres libros ilustrados por Edgar Clement, pequeños pero con un gran contenido.

¿Qué es lo que hace tan importantes a estos libros? Pues veamos, El brasier de mamá nos habla de una niña cuya madre padece cáncer de mama; la pequeña nota que algo cambia en ella, sus senos empiezan a transformarse, y descubre que el uso del brasier conlleva a una responsabilidad mayor y no sólo es un cambio en su cuerpo, reconoce la verdadera importancia de la autoexploración.

El cáncer de seno es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres, por eso es tan importante crear conciencia en madres, niñas y en hombres.

Esta es la finalidad de esos libros, que el mensaje llegue primordialmente a las madres para que ellas puedan dar el conocimiento a su hijas o a cualquier niña del cuidado, la aceptación y el amor a su cuerpo.

El segundo libro se titula ¡Ese monstruo tiene mi cara! Narra la historia de una niña en desarrollo y los conflictos que empieza a tener con su aspecto físico haciendo énfasis en los senos.

Esta problemática no sólo la vemos en niñas, también en adolescentes y mujeres adultas, ¿Cuántas niñas conocemos que no están conformes con su cuerpo? si son muy altas o pequeñas, si son muy delgadas o llenitas, si su nariz es muy ancha, si sus piernas son muy delgadas o no son tan largas como ellas quisieran, si sus senos no son como ellas desearían.

¿Cuántas veces nos hemos mirado al espejo y no estamos conformes con lo que vemos reflejado? ¿A cuántos nos ha pasado por la mente la idea de operarnos alguna parte de nuestro cuerpo, porque simplemente no estamos a gusto con él? Esta es la problemática que nos muestra este libro. ¿De qué forma podemos ayudar a niñas o una mujer a poner fin a esta inconformidad? Inculcando el amor propio.

Sin perder la esencia del tema principal que es el cáncer de mama, nos vamos al tercer y último libro de esta trilogía: Las tres reglas que cambiaron todo.

Nos cuenta la historia de una niña que vive el cambio en su familia después de que su madre padeció y sobrevivió al cáncer de mama.

El libro nos ayuda a entender cómo una mujer que sobrevive al cáncer de seno tiene que luchar por recuperar gran parte de su esencia.

Pienso, después de leer estos tres libros, que las mujeres sobrevivientes a ese tipo de cáncer son como un ave fénix, renacen de entre las cenizas, surgen prácticamente de la muerte, con más fuerza, más voluntad, con más conocimiento y, claro, con un amor propio irrompible.