Un enorme tigre dientes de sable devora a un caballo. En la imagen, las faldas del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl aparecen al fondo, un detalle aparentemente erróneo en el pleistoceno. Pero, ¿que los caballos no fueron traídos por los españoles?, cuestionó el productor de televisión Fabricio Feduchy.

Pues no, los equinos podrían tener origen en el continente americano y haber migrado de manera inversa por el estrecho de Bering en dirección a Asia miles de años atrás, fue la respuesta desde la ciencia. Este fascinante dato originó el nacimiento de la serie México en la edad de hielo.

Producido por Canal Once invita a conocer los misterios de una era extinta hace más de 10 mil años, en el lugar que habitamos hoy. La serie se estrena el lunes 20 de abril, a las 20 horas. Los episodios se repetirán los domingos, a las 13:30 horas.

La divulgación científica en México es una tarea difícil y en pañales, pero el público la busca. Es la opinión de Feduchy, con amplia experiencia como realizador de documentales para televisión sobre naturaleza.

“Me encuentro con el público y me dice: ‘me gusta ver programas de animales’. Es una parte que el público también busca, no sólo novelas y futbol. Que no es malo, pero hay más opciones. A las personas les interesa mucho y en todos los niveles socioeconómicos. Nos conectamos de manera extraordinaria, mucho más de lo que dicen los ratings y de lo que se piensa normalmente.”

Un viaje misterioso al pasado, así describe el productor la serie documental de divulgación científica antes de su presentación en el planetario Luis Enrique Erro, en Zacatenco.

Después de una proyección en el domo, donde por lo general se proyectan estrellas, ahora son mamíferos que pelean ferozmente, Enriqueta Cabrera, directora de Canal Once, habló de lo que consideró un programa innovador.

Un armadillo del tamaño de un volkswagen es uno de los personajes que se descubren en esta visión realista de animales que habitaron en México. Es sorprendente, porque la edad de hielo comienza hace unos 2 millones de años y termina hace 10 mil. Son varios episodios donde la Tierra comenzó a enfriarse muchísimo y los polos se congelaron hasta muy al centro del planeta.

Elefantes sepultados

El congelamiento de la mitad del territorio de Estados Unidos obligó a la fauna a ir hacia México y se convirtió en una región muy biodiversa, como una estepa africana llena de animales, como elefantes, camellos, dientes de sable, llamas y especies de perezosos.

La serie está integrada por seis episodios de media hora en los que se narran historias bajo la mirada científica. Son eventos que se fueron descubriendo. Por ejemplo, una manada de elefantes prehistóricos sepultada en Tocuila, en el estado de México. Entonces, reconstruyen qué pudo ocurrir, como cazadores de huellas milenarias. Los sepulta un volcán, en una Pompeya de paquidermos, y son encontrados por los paleontólogos miles de años después.

En otro caso, un perezoso fue hallado en el fondo de un cenote. ¿Cómo pudo haber caído en esta cueva aún seca? De igual forma, son varias de las interrogantes que llevaron al equipo de televisión, acompañados por reconocidos científicos, a buscar las respuestas por el territorio nacional, con aventuras de espeleología submarina en la Península de Yucatán, la búsqueda de huesos en el desierto de Coahuila, a seguir las pisadas de camellos en Pie de Vaca, Puebla. Y luego, volver a la vida a estos animales extintos, mediante la tecnología digital.

Feduchy conversa frente al planetario y cuenta que el símbolo de la estación Talismán del Metro es un mamut porque ahí se encontraron los restos de este mastodonte. En Polanco había mamuts; aquí abajo del Politécnico Nacional había mamuts. ¿Cómo no llevar al público esta visión tan extraordinaria de México? Yo me fui sorprendiendo, a cada paso al hacer la serie rodeado de un gran equipo de científicos y genios mexicanos de la animación, quienes incluso crearon programas ex profeso para la edad de hielo.