En el comienzo de los trabajos de la 99 asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el cardenal Francisco Robles Ortega, presidente de este organismo, destacó que en los momentos actuales se requiere de todos, particularmente de aquellos a quienes se ha sido confiado el servicio de la autoridad, un compromiso decidido y coherente en la defensa de la verdad, la vida, la dignidad, los derechos y los deberes de toda persona, así como de la libertad, la justicia, el bien, la reconciliación, el progreso y la paz.

El también arzobispo de Guadalajara dijo que la Iglesia, a pesar de los problemas y desencantos, asume cada vez más un mayor protagonismo.

El tema central de la asamblea, en la que participan 125 obispos, es Los jóvenes, destinatarios y protagonistas prioritarios de la nueva evangelización en el contexto social posmoderno. El propósito es acercarse a ellos y reconocerlos, valorarlos, escucharlos, dialogar y discernir para ayudarles en su desarrollo personal.

Robles Ortega señaló que los jerarcas católicos y los religiosos y religiosas deben ser para los jóvenes compañeros en el camino de la vida, guiándolos y aprendiendo de ellos, que son el presente y el futuro de la Iglesia de México y del mundo, y pidió hacer equipo con ellos para la construcción de un México y un mundo mejores.

Christophe Pierre, nuncio apostólico en México, reconoció que la mayoría de los jóvenes son generosos, solidarios y comprometidos. No obstante, indicó, muchos no han recibido de sus padres referencias sociales y espirituales, por lo que enfrentan cierta falta de raíces culturales, religiosas y morales que favorezcan el sentido de pertenencia. Frente a esto, señaló, los jóvenes quieren que se les tome en cuenta y se les acompañe en su búsqueda de identidad, por lo que es necesario ir a ellos y estar con ellos allá donde ellos están.