Venta de drogas, acosos y robo están adentro, no son mero reflejo del entorno
El Estado reconoce el fenómeno, pero la reforma y sus programas profundizan el problema
Lunes 13 de abril de 2015, p. 36
Las violencias escolares son uno de los factores que expresan la crisis sistémica que enfrenta el modelo educativo en México, lo que generó un cambio en la concepción que se tenía de esta institución. Enfrentamos un modelo de escuela que ha entrado en crisis frente a una situación de múltiples violencias que se gesta dentro y fuera de sus muros
, afirmaron especialistas de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).
La escuela, dijeron, ha dejado de tener fronteras. Se ha vuelto porosa y lo que sucede más allá de sus puertas, como la venta de drogas, los acosos y la violencia, también está adentro, lo que impone nuevas realidades.
En entrevista, Lucía Rivera Ferreira y Roberto González Villareal, coordinadores de la obra La gestión de la violencia escolar, señalaron que dadas las condiciones que vive el país, el sistema formativo que se forjó en el siglo XX es un modelo que no alcanza a dar respuesta
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Sin embargo, advirtieron, el Estado sí reconoce esta crisis, de ahí la reforma educativa y los programas que intentan paliar algunas expresiones de la violencia escolar, pero que se han convertido más que en una solución, en un mecanismo de profundización de esta misma crisis, es decir, en un factor de riesgo adicional
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Destacaron que con estudiantes de licenciatura, posgrado e investigadores de la UPN exploraron la forma en que se gestiona esta nueva realidad escolar en México, que enfrenta múltiples violencias, muy heterogéneas y que están interpelando los esquemas autoritarios de gestión en los planteles educativos, pero también el propio significado de para qué y cómo educar
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Agregaron que para atender las violencias escolares se requiere de problematizar este fenómeno y buscar qué lo origina, pero desde la propia realidad de quienes lo padecen, es decir, de directores, docentes, alumnos y padres de familia. No hay recetas para enfrentar el acoso escolar, la venta de drogas, robo, violaciones, acoso sexual, porque todos son distintos y deben tratarse de forma diferente
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González Villareal, autor del libro La violencia escolar: una historia del presente, y profesor-investigador de la UPN-Ajusco, señaló que “hemos acuñado el término de regímenes de prácticas violentas, porque no podemos estandarizar soluciones. Se trata de múltiples fenómenos que inciden sobre el centro escolar.
La escuela cambió fundamentalmente a causa de la violencia que se enfrenta, y por ello hay que hablar de un espacio escolar en riesgo que no se limite al plantel, sino a su entorno.
Rivera Ferreiro, investigadora de la UPN-Ajusco, destacó que es necesario tener cuidado de no caer en la trampa de creer que la violencia que existe en la escuela es reflejo del entorno. Adentro están pasando cosas y la escuela sí puede hacer una diferencia cuando se asume como una tarea colectiva, se hace una lectura correcta del problema y se interviene de acuerdo con las necesidades del plantel
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