Moscú.

La investigación de la tragedia del barco pesquero de arrastre Dalni Vostok (Extremo Oriente), que se hundió la semana pasada en el mar de Ojotsk, a 330 kilómetros de la península rusa de Kamchatka y dejó como saldo 56 muertos y 13 desaparecidos, apunta a que el buque se fue a pique como resultado de un exceso de carga.

La Agencia Federal de Pesca manejó en calidad de causa más probable la colisión con un iceberg, pero los testimonios de los marineros que lograron sobrevivir echaron por tierra esa hipótesis inicial.

Según las conclusiones preliminares de la investigación que lleva a cabo el Comité de Instrucción de Rusia, después de haber interrogado a los sobrevivientes, esto es lo que sucedió la madrugada del jueves anterior:

Grandes cantidades de pescado capturado con la red provocaron la repentina inclinación del barco y esto, sumado al mal tiempo que originó elevadas olas, hizo que el Dalni Vostok se inundara rápidamente, desatando el caos a bordo.

No hubo coordinación ante la emergencia y se produjo una suerte de sálvese quien pueda. El resultado: 63 miembros de la tripulación lograron subirse a las insuficientes lanchas de salvamento, lo que no pudieron hacer los 69 que se ahogaron o murieron por hipotermia severa en las gélidas aguas de esa región del Pacífico.

Corrobora esta versión el vicepresidente del gobierno regional de Sajalín, Serguei Sheredekin, quien añadió que el Dalni Vostok llevaba poco combustible, usado como lastre, lo cual influyó en que, al subir al depósito de cubierta una red con ocho toneladas de pescado capturado, el barco perdiera equilibrio y acabara volcando.

En consecuencia, Yegor Gaschenko, presidente de la compañía Maguellan, con sede en la isla de Sajalín, propietaria del buque congelador, y su segundo, Aleksandr Kudristky, enfrentan cargos como presuntos responsables de la tragedia y encabezan la lista de imputados por negligencia y diversas irregularidades, entre otros factores que incidieron en el hundimiento del pesquero.

El afán por sacar el mayor provecho de la pesca llevó a descuidar elementales normas de seguridad del barco, aparte de que a bordo se encontraban 42 miembros más de la tripulación que no debería de pasar de 90 personas, la mayoría de ellos extranjeros indocumentados, lamentan los investigadores.