Nuevo director del Teatro Estatal de Novosibirsk ordena retirar Tanhaüsser de cartelera
censuraen Siberia contra ópera de Wagner, por
blasfema
Timofei Kuliabin, responsable de la producción, se negó a modificar escenas del montaje que según jerarcas de la Iglesia ortodoxa rusa ponen en entredicho la imagen de Jesucristo
Miércoles 1º de abril de 2015, p. 5
Moscú.
El nuevo director del Teatro Estatal de Ópera y Ballet de Novosibirsk, Vladimir Kejman, ordenó este martes retirar de la cartelera la ópera Tannhaüser, de Richard Wagner, cuya puesta en escena en esa ciudad de Siberia –una adaptación de la obra del siglo XIX a los tiempos modernos– indignó a la Iglesia ortodoxa rusa.
El ministro de Cultura de Rusia, Vladimir Medinsky, destituyó el domingo anterior al anterior director del teatro, Boris Mezdrich, quien se negó a expresar una disculpa pública y a exigir al director de la producción operística, Timofei Kuliabin, modificar los aspectos más polémicos que, a juicio de los jerarcas religiosos, ponen en entredicho la imagen de Jesucristo
.
Mezdrich explicó por qué no lo hizo. No está dentro de mis reglas profesionales entregar un espectáculo y mucho menos pedir perdón a personas que no han visto la ópera
, declaró en alusión al metropolita ortodoxo (arzobispo) de Novosibirsk, Tijon.
El jerarca religioso, al iniciar la campaña contra la ópera de Wagner en la interpretación vanguardista de Kuliabin, se hizo eco de las quejas de los creyentes más conservadores y calificó la puesta en escena de blasfemia
. Advirtió también que todo aquel que la viera incurriría en pecado
y sería considerado un judas
.
A raíz de la posición asumida por Tijon, comenzaron las protestas de creyentes ortodoxos y de activistas de organizaciones y partidos oficialistas frente a la sede del teatro y la fiscalía de Novosibirsk abrió una investigación para determinar si Kuliabin y Mezdrich cometieron el delito de incitación al odio por motivos religiosos
.
Ello desató una respuesta casi unánime de la comunidad teatral de Rusia que pidió –en carta abierta firmada por Oleg Tabakov, Valeri Fokin, Mark Zajarov, Kiril Serebrennikov, Yevgueni Mironov, Galina Volchek y otros de los principales directores de teatros de Moscú–, poner fin a la persecución de sus colegas en Siberia.
En ese contexto, el ministerio de Cultura celebró una mesa redonda para discutir qué hacer con Tannhaüser, la cual –en opinión del titular de la cartera– ha dividido a la sociedad
. La mayoría de los participantes defendieron el trabajo de Kuliabin y se opusieron a cualquier tipo de censura, salvo en los casos en que se viole la ley.
Invitación del Bolshoi a Kuliabin
Una de las críticas más fuertes provino de Kejman. Condecorado varias veces por la Iglesia Ortodoxa, por sus generosas donaciones en el pasado, Kejman no llegó a ver Tannhaüser en Novosibirsk, pero afirmó que como creyente, bautizado, ortodoxo, y también como judío de origen, le parece simplemente un insulto
.
Pocos días después, Medinsky nombró a Kejman en sustitución de Mezdrich. Y apenas aterrizó en Siberia como nuevo director del Teatro de Ópera y Ballet de Novosibirsk dispuso hoy cancelar las presentaciones de Tannhaüser, argumentando que Kuliabin no estuvo localizable, lo que interpretó como negativa a hablar con él sobre cambios en su puesta en escena.
Conocido en los años noventa del siglo pasado como el rey del plátano
por llegar a ser uno de los mayores importadores de frutas tropicales y arruinado hace dos años como magnate, Kejman, entró al ámbito de la cultura en 2007, tras donar 500 millones de rublos, entonces cerca de 20 millones de dólares, para la reconstrucción del Teatro Mijailovsky de San Petersburgo, gesto que le valió ser nombrado director del mismo.
Ahora Kejman piensa simultanear ambos cargos, pasando cuatro días de la semana en Novosibirsk y tres, en la ciudad del Nevá, pese a los casi cuatro mil kilómetros de distancia entre ambas urbes.
Las autoridades –el ministro Medinsky y el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, entre otros– quieren restar importancia al escándalo en que derivó la adaptación de Tannhaüser. Afirman, por ejemplo, que el cese de Mezdrich se debió a un acto de insubordinación
como funcionario designado desde Moscú
, pero ya se empiezan a escuchar voces en favor de lo que la comunidad teatral califica de intentos de establecer una férrea censura.
En este sentido, el subjefe de la Oficina de la Presidencia, Mahomedsalam Mahomedov, expresó la opinión de que una comisión de expertos apruebe las obras antes de su estreno
, en tanto el vocero Peskov afirmó que el Estado, por cuanto aporta parte importante del presupuesto de los teatros, tiene derecho a exigir que produzcan obras de calidad y que no ofendan a nadie
.
En tanto, el Teatro Bolshoi de Moscú confirmó este martes que mantiene su invitación para que Timofei Kuliabin acepte montar una ópera en el más afamado escenario de Rusia.