Prueban en la UNAM prototipo, 20 por ciento más eficiente que las máquinas comerciales
En el norte del país, donde llueve poco o nada, es una de las opciones para cubrir la demanda hídrica en áreas costeras, explica Héctor Miguel Aviña, del Instituto de Ingeniería
Miércoles 1º de abril de 2015, p. 2
Integrantes del grupo iiDEA (Instituto de Ingeniería Desalación y Energías Alternas), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), prueban un prototipo de laboratorio de la primera desaladora modular geotérmica desarrollada en México, la cual es hasta 20 por ciento más eficiente que las comerciales y fue hecha con tecnología ciento por ciento universitaria.
Este desarrollo, en proceso de patente, aprovecha una energía alternativa abundante en territorio mexicano, evita la emisión de gases contaminantes a la atmósfera y está disponible 24 horas del día.
Además, puede ser llevada a comunidades cercanas a la costa, que no cuentan con electricidad y/o padecen escasez de agua potable, como muchas de la península de Baja California.
Héctor Miguel Aviña Jiménez, coordinador técnico del grupo, explicó que en el norte del país, donde llueve poco o nada, la desalación del agua de mar es una de las opciones para cubrir la demanda hídrica en áreas costeras.
Aunque ya se recurre a esta opción en zonas turísticas, como Los Cabos, sólo se emplea en hoteles, con pequeñas plantas que utilizan un proceso llamado ósmosis inversa
, que consiste en un sistema de filtración por membranas que requiere electricidad.
La península de Baja California tiene variedad de fuentes de energía renovable: solar, eólica, geotérmica, mareas y corrientes. Buscamos procesos de desalación que se acoplaran con ellas
.
Para proponer una solución al reto de la disponibilidad de agua, el equipo de universitarios analizó, primero, cuáles son los procesos que se utilizan en el mundo; entre ellos están algunos térmicos, que consisten en condesar el vapor del agua de mar.
Se optó por el proceso más sencillo: destilación con energía geotérmica, recurso energético en el que México tiene un potencial grande, que por ahora sólo se ocupa para producir electricidad y ducharse en balnearios termales.
Baja California es un territorio lleno de fallas geológicas que producen grietas, fracturas y deslizamientos que generan calor, posibles de usar con el agua de mar para ser aprovechada en sitios como Ensenada, Puertecitos, Los Cabos, La Paz, San Felipe o San Quintín.
Recurso potable
La desaladora modular geotérmica desarrollada por el grupo iiDEA emplea procesos por medio de intercambiadores de calor, en los que el agua de mar se evapora y condensa hasta convertirse en recurso potable.
El líquido caliente que sale de pozos geotérmicos o lagunas ingresa a los intercambiadores de calor (tubos), que se ubican en varias cámaras a menor presión, es decir, con menos punto de ebullición, y el agua de mar se hace pasar por aspersión, en forma de pequeñas gotas, sobre los tubos para evaporarlas.
El proceso es continuo hasta que todo el vapor se junta y condensa; así tenemos, como producto final, agua sin sales. El líquido marino tiene, en general, 35 mil partes por millón de partículas de cloruro, sodio, potasio y otras sales; el que obtenemos en la desaladora contiene de cinco a 10 partes por millón
.
Para la agricultura ese recurso ya es útil y para consumo humano es necesario añadir ciertas sales, hasta alcanzar 300 o 400 partes por millón, dijo.
Aviña Jiménez refirió que un metro cúbico de agua desalada por ósmosis inversa cuesta alrededor de un dólar. Por estar basado en geotermia, este desarrollo tiene la ventaja de que su fuente energética está disponible 24 horas.
Por ahora se cuenta con un prototipo de laboratorio de una sola cámara que produce alrededor de 400 litros al día, si trabaja las 24 horas, pero se pretende fabricar uno de tres cámaras, gracias a la participación de iiDEA en el consorcio del Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica, impulsado por el gobierno federal, en el que colaboran 22 instituciones, 12 académicas y 10 empresas, y que ya otorgó recursos económicos a la investigación.