Se niega a aceptar un CCT con mejores salarios y jornadas para mexicanos migrantes
Ha caído 10% la afluencia de consumidores
Se le acusa de pagar sueldos de hambre, de no dar licencias por enfermedad y robar vacaciones, además de insalubridad en tiendas, denuncia líder
Lunes 30 de marzo de 2015, p. 23
La empresa Chedraui enfrenta desde hace un año y medio un conflicto laboral en Estados Unidos que ha derivado en un boicot comercial, acusaciones de prácticas insalubres en sus tiendas y deterioro de su imagen, por negarse a aceptar un contrato colectivo que ampare salarios y jornadas laborales justas así como otros derechos de 600 trabajadores, la mayoría mexicanos migrantes, que laboran en siete de las 49 tiendas que ha instalado en ese país desde hace 20 años bajo la marca El Súper, la mayoría en California y enfocados a consumidores latinos.
Chedraui paga sueldos de hambre, los más bajos de los supermercados de California. Apenas rebasa el salario mínimo de 9 dólares por hora, cuando la mayoría paga de 12 a 17.5 dólares por hora. No da suficientes horas a sus trabajadores, así que no sacan ingresos suficientes para cubrir sus necesidades en California, donde la vida es muy cara. Tampoco les da licencias por enfermedad y les roba vacaciones
, aseguró Rigoberto Valdez, vicepresidente y director de organización de la United Food and Commercial Workers Union (UFCW), el mayor sindicato de trabajadores de supermercados del vecino país.
La empresa desconoció el contrato y el sindicato que ya tenían los trabajadores de esas siete tiendas, las cuales compró a Grupo Gigante en 2008. Aunque perdió el caso ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales de Estados Unidos, se levantó de la mesa desde mayo y se niega a negociar un contrato justo para los trabajadores, algunos de los cuales ha despedido. No se vale que una empresa de México que viene a Estados Unidos a prosperar lo haga a costa de trabajadores migrantes mexicanos
, expresó Valdez en entrevista con La Jornada.
El conflicto laboral derivó en un boicot comercial contra Chedraui desde diciembre, que ha reducido en 10 por ciento la afluencia de consumidores, y al que se han unido 110 organizaciones de todo tipo, como la Federación del Trabajo de California, que tiene 2.1 millones de afiliados, 17 consejos vecinales de Los Ángeles, organismos defensores de migrantes e incluso asociaciones de consumidores, pues también se acusa a la cadena de condiciones insalubres y de vender caro, lo que indigna más porque sus clientes son migrantes latinos, aseguró Valdez.
Las autoridades de salud, según la UCFW, han documentado más de 679 violaciones en ese renglón en 21 tiendas de El Súper.
Valdez sostuvo que Chedraui ni siquiera ha informado a sus inversionistas sobre el problema ni tampoco ha respondido a las dos cartas que la UFCW envió a Alfredo Chedraui Obeso, presidente del grupo. Ante la falta de respuesta, anunció que representantes del sindicato se presentarán en la reunión que los inversionistas de la empresa tendrán este lunes 30 de marzo en Xalapa, Veracruz, donde se fundó la firma en 1987.
Chedraui está obligada a informar a sus accionistas sobre el conflicto laboral, los problemas sanitarios y el boicot que enfrenta su subsidiaria estadunidense, Bodega Latina, porque ya merman su reputación y podrían afectar su situación financiera, operativa, administrativa y el precio de sus acciones, e incluso poner en entredicho la viabilidad de su expansión en Estados Unidos, asentó la UFCW en su última misiva.
La expansión de Chedraui en Estados Unidos comenzó en 1995 y a través de cinco transacciones con diferentes compañías logró acumular las 49 tiendas mencionadas, cuyas ventas aportaron 22.8 por ciento de todos sus ingresos de 2014 y representan 30 por ciento de las 265 tiendas de la cadena, según su más reciente informe financiero. El último trimestre del año pasado las ventas de Chedraui en Estados Unidos crecieron 27.2 por ciento y las de México sólo 5.9 por ciento.