Proyecto para apoyar moral y económicamente a quienes padecen la enfermedad
El español Manuel Hernández grababa un disco de chill out, que devino un cedé doble con 33 temas y el apoyo de una centena de personalidades, entre cantantes, locutores y músicos
Viernes 27 de marzo de 2015, p. 8
Madrid.
Cuando el autismo irrumpió en la vida de Manuel Hernández por medio de una persona cercana, transformó los sueños y proyectos de este guitarrista y compositor, integrante del grupo Algiva. Sin querer, un encargo para hacer un disco de música chill out se convirtió en un proyecto totalmente distinto: Tres guitarras para el autismo, doble cedé en el que participan más de 100 personas.
Estaba componiendo temas para un disco de chill out, pero en todos los que hacía, las letras de una manera directa o indirecta acababan hablando de la tristeza que sentía por la situación
, señala Hernández.
Hice una canción y otra... y al final, en vez de entregar a la discográfica un cedé para el verano, acabé con un disco doble con 33 temas.
Veinticinco colaboradores
Las 32 canciones y un cuento son todos de Hernández –salvo un tema y una versión de Is This Love–, así como toda la producción y grabación del disco, realizado en tres años. Para llevarlo adelante pidió la colaboración a personas con las que ha estado en contacto a lo largo de su carrera, lo que dio como resultado 25 artistas –muchos del mundo del flamenco–, cinco locutores de radio y más de 70 músicos.
Entre los cantantes que se sumaron están Juan Magán; Vicente Castro, Parrita; Manuel Ruiz, Queco; Las Soles, y Sonia Priego, La Húngara. También prestan su voz locutores reconocidos en España como Carlos Herrera o Justo Molinero.
El proyecto llegó incluso a conocimiento de la Fundación Carter, y cuenta con un mensaje de apoyo del ex presidente estadunidense Jimmy Carter.
Las canciones, que Hernández define como mezcla de flamenco-pop-chill out
, tienen una fuerte impronta de la guitarra de Manuel. Con títulos como Aletean mis alas, El niño del aire, Tras tu muro, Un dentro de mí o Un millón de veces, los cantantes expresan en muchas, de manera poética, la forma como ve el mundo y lo que siente un niño con autismo.
El llamado desorden del espectro autista –por la diversidad de grados que presenta– es definido como un grave problema de desarrollo que afecta la socialización y la comunicación, que además suele ir acompañado por trastornos físicos y neurológicos.
Los propósitos del álbum son dos, según explica Hernández: “Concientizar a la gente de que el autismo existe, porque hace falta más ayuda. Los padres con niños con autismo se sienten muy solos. Y lo segundo, que lo he conseguido, es donar todos los derechos de autor y royalties, que van a ser entregados de por vida a 12 asociaciones que se han escogido. Es decir, concientizar y dar apoyo económico”.
El disco saldrá a la venta, editado por Kasba Music, el 30 de marzo, para que esté en la calle puntualmente para el día internacional del autismo, que se conmemora el 2 de abril. Se podrá adquirir en las asociaciones y fundaciones beneficiarias, todas dedicadas a dar a apoyo a niños con autismo o con otros problemas de desarrollo, en las redes de distribución de las grandes superficies en España. También se podrá descargar en iTunes y Spotify.
La música refleja tanto momentos difíciles como alegres, subraya Hernández. Creo que he llegado a transmitir que estos niños no son bichos raros, sino niños con autismo. Por otra parte, la esperanza de que cuando pase el tiempo, y con mucho esfuerzo de los papás y la familia, es muy probable que el niño mejore muchísimo.
Uno de los desafíos más importantes del espectro autista es el desconocimiento de sus causas, pese a que según Autism Speaks, la mayor asociación estadunidense dedicada al problema, se diagnostica ya en Estados Unidos a uno de cada 68 individuos, es decir, se considera una auténtica epidemia.
Otro es que a primera vista muchas veces “no se nota. Cuando te encuentras un niño con autismo, aparentemente no tiene nada. Simplemente es un niño guapo –suelen ser muy guapos todos–; lo que es diferente y extraño es su comportamiento. Muchas veces esto es difícil para la familia, porque la gente no sabe mucho de esta condición”, ni cómo reaccionar ante situaciones que resultan inesperadas e incómodas, señala el guitarrista.