La esperanza en fármacos contra el sida y el cáncer va acompañada por el auge en la bolsa
En casi un año, el índice bursátil que agrupa a las empresas del sector subió más de 35%
Las apuestas se hacen sobre medicamentos en el inicio de su desarrollo, cuyo futuro es incierto
Viernes 27 de marzo de 2015, p. 2
Nueva York.
El ascenso fulgurante en Wall Street hace temer una burbuja: los grupos biotecnológicos y sus innovaciones terapéuticas van viento en popa en la redistribución de cartas en el sector farmacéutico estadunidense.
Contrariamente a laboratorios gigantes como Pfizer, célebre por Advil y Viagra, sus nombres no dicen demasiado al común de los mortales, pero sus medicamentos son muy codiciados y portadores de esperanza en la lucha contra el sida y el cáncer.
Esas esperanzas hoy están acompañadas por un auge en bolsa de estas compañías, apodadas biotechs.
El grupo estadunidense Gilead Sciences, que produce dos costosos tratamientos contra la hepatitis C (el Sovaldi y el Harvoni), valía, por ejemplo, cerca de 150 mil millones de dólares en bolsa el miércoles; Amgen, 121 mil 890 millones; Biogen, 101 mil 270 millones, y Celgene 93 mil 660 millones.
Esta reciente capitalización supera al prestigioso banco de inversiones Goldman Sachs (84 mil 600 millones de dólares).
En algo más de un año, el índice bursátil que agrupa a las empresas del sector subió más de 35 por ciento, superando a los principales índices. Algunas empresas alcanzaron incluso un crecimiento de 75 por ciento.
“¿Hay una burbuja en el sector de las biotechs? Definitivamente sí”, afirma Josh Brown, de Ritholtz Wealth Management, criticando las apuestas que se hacen sobre medicamentos que se encuentran todavía al inicio de su desarrollo (fases uno y dos), cuyo futuro es aún incierto.
Brown no es el primero que alude a un sobrecalentamiento. La presidenta de la Reserva Federal (Fed) estadunidense, Janet Yellen, ya había expresado preocupación en julio pasado por la sobrevalorización de las pequeñas biotechs.
Caro, pero ...
A esta disparada bursátil se agregan las adquisiciones por montos siderales comparados con los volúmenes de negocios generados hasta ahora por algunas empresas.
A finales de febrero, Pharmacyclics (730 millones de dólares en ventas) fue comprada en 21 mil millones por el laboratorio AbbVie, atraído por su medicamento contra la leucemia, Imbruvica.
“Sí, es caro, pero las biotechs venden cada vez más medicamentos”, explicó el analista especializado Hartaj Singh.
Al tomar como objetivo el cáncer y las enfermedades que atacan el sistema inmune, los medicamentos de las biotechs son considerados un relevo para el crecimiento, en momentos en que los grandes laboratorios enfrentan una dura competencia con los fabricantes de genéricos.
Este contexto alienta las grandes maniobras en el sector farmacéutico, dado que los grandes
que atesoraron abundante liquidez se pueden permitir inversiones enormes en empresas promisorias.
Desde comienzos del año, los acercamientos entre firmas se encadenan y fueron estimados el miércoles por el gabinete Dealogic en 102 mil 300 millones de dólares, su nivel más alto desde 2009, y la consolidación no ha terminado.
Las autoridades de la salud estadunidenses y europeas, aprueban cada vez más moléculas provenientes de las biotechs, permitiendo presagiar su inminente comercialización. Estas aprobaciones aumentaron de 10 a 20 por ciento en los pasados 10 años, según el gabinete BTIG. Estas autorizaciones deberían traducirse en márgenes positivos, estima el gabinete HBM Partners.
Las 13 moléculas aprobadas en el primer semestre 2013 deberían generar ingresos anuales de 12 mil 400 millones de dólares, un promedio de mil millones cada una, según HBM Partners.
Por otra parte, los expertos relacionan el control de costos de las biotechs a sus estructuras livianas y flexibles en comparación con las pesadas maquinarias que son los gigantes de la farmacia, con sus efectivos pletóricos y múltiples etapas de decisión.
Además, el complejo método de fabricación de las moléculas que producen las biotechs hacen difícil que sean copiadas, lo que permite esperar jugosos beneficios, luego de la duración de los brevets.
El Sovaldi cuesta en el mercado estadunidense mil dólares el comprimido, y 84 mil dólares el tratamiento completo.
Sin embargo, el riesgo de fracaso no es nulo. “Si las ventas del primer trimestre de las biotechs no están a tono con las previsiones, el impulso se va a agotar”, advirtió Hartaj Singh.