El ente anticorrupción también solicita que el club sea multado
Martes 24 de marzo de 2015, p. a14
Madrid.
La Fiscalía Anticorrupción española pidió penas de cárcel para los dos recientes presidentes del Barcelona, Sandro Rosell y Josep María Bartomeu, por presuntos delitos fiscales cometidos en el fichaje del futbolista brasileño Neymar.
Según confirmaron fuentes judiciales, los acusadores pidieron dos años y tres meses para Bartomeu, actual titular del club catalán, y siete años y seis meses para Rosell, quien dimitió en enero del pasado año al estallar el escándalo de la contratación del ariete.
Además, el fiscal del caso también solicitó en su escrito de acusación, presentado ante el juez Pablo Ruz, que se imponga una multa de 22.2 millones de euros (24.3 millones de dólares) al Barcelona, que será juzgado como persona jurídica, así como de 25.1 millones a Rosell y 3.8 millones a Bartomeu.
Al actual presidente del Barcelona le reclama la pena de cárcel por un presunto delito fiscal correspondiente a 2014 y a Rosell lo acusa de otros dos delitos fiscales por los ejercicios 2011 y 2013, a los que le añade un delito societario por administración desleal.
En su resolución, la fiscalía atribuyó a ambos su participación en el fichaje presuntamente fraudulento
de Neymar, por el que el Barcelona habría dejado de pagar al fisco español 13 millones de euros (14.2 millones de dólares) en tres años, tiempo que corresponde a los ejercicios de Rosell y Bartomeu.
Por su parte, al Barcelona lo acusa de tres delitos fiscales durante esos tres años y reclama que el club pague a la Hacienda pública 11.4 millones de euros (12.4 millones de dólares) en concepto de indemnización por responsabilidad civil.
La entidad tuvo en cuenta que el Barcelona pagó al fisco 13.5 millones (14.7 millones de dólares) para depurar posibles responsabilidades fiscales y le aplicó, al igual que a Bartomeu, un atenuante por reparación del daño, por lo que esta cantidad se restará en las eventuales multas e indemnizaciones civiles que afecten al club.
El escrito de acusación detalló el costo final del fichaje de Neymar, valorado en el auto en 83.3 millones de euros (91 millones de dólares), cantidad superior a los 57.1 millones de euros que los dirigentes del Barcelona siempre defendieron. Primero con Rosell y luego con Bartomeu.
A los 83.3 millones de euros se sumaría la cantidad supuestamente defraudada al fisco por el Barcelona, que sería de 13 millones de euros.