Sociedad y Justicia
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Por su trabajo, el Valle de San Quintín es una de las zonas económicas más dinámicas

Jornaleros de BC no conocen sus sueldos ni a los líderes sindicales

Generan $6 mil millones al año por la comercialización y exportación de productos agrícolas

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Bloqueo de la carretera Transpeninsular, en Ensenada. Los trabajadores agrícolas acordaron este sábado por unanimidad mantener el paro de labores hasta el 25 de marzo, cuando se reanudarán las negociaciones con la patronalFoto Édgar Lima Garrido
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 22 de marzo de 2015, p. 33

Ensenada, BC.

El Valle de San Quintín es una tierra de contrastes: cada año se generan 6 mil 278 millones de pesos por la comercialización y exportación de productos cosechados por 80 mil jornaleros –sólo 32 mil registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social– que trabajan hasta 18 horas diarias y no conocen los sueldos y condiciones en que laboran porque, aunque pagan cuotas sindicales, nunca han visto a los líderes.

Los ingresos y la población ocupada en el sector agropecuario representan 48 por ciento y 53 por ciento del total en la entidad, respectivamente. La mano de obra procede de Oaxaca, Chiapas y Puebla, entre otros estados.

En este valle, que se ubica en el sur del municipio de Ensenada, se cultivan siete de cada 10 fresas mexicanas que se consumen en el mercado internacional, de acuerdo con datos de la Secretaría de Fomento Agropecuario (Sefoa)del gobierno estatal, que señala que es una de las regiones económicas más dinámicas de Baja California y de México.

Se trata de una región semidesértica de clima mediterráneo y vocación agrícola, que se convirtió en zona exportadora de productos del campo y reportó un crecimiento inusitado en los pasados tres lustros debido al “uso eficiente de los recursos escasos, sobre todo de agua, y de tecnología de punta en sus procesos productivos. En los últimos días los jornaleros han hecho saber cuánto aportan para que la actividad sea tan rentable.

En los campos que se encuentran a lo largo de 160 kilómetros de la carretera Transpeninsular se siembra con semillas mejoradas y fertirrigación; hay invernaderos computarizados y plantas empacadoras que, según Sefoa, garantizan la calidad, sanidad, inocuidad y hasta la presentación de los productos.

En los ejidos de las delegaciones municipales de Colonet, Camalú, Vicente Guerrero y San Quintín hay una superficie de 8 mil 170 hectáreas de tomate, fresa, pepino, cereza y cebolla de exportación, la mayoría protegida por mallasombra e invernaderos. Uno de los principales cultivos es el tomate, que se cosecha en 3 mil 854 hectáreas, de las cuales 2 mil 500 son en terrenos protegidos por mallasombra, 189 en invernaderos y mil 165 a cielo abierto.

Primer lugar en cosecha de fresa

Baja California ocupa el primer lugar a nivel nacional en la cosecha de fresa (46.6 por ciento), recolectada por 14 empresas en el Valle de San Quintín, que aportan 70 por ciento de la exportación mexicana de este producto. En el mercado nacional esta entidad ocupa el segundo sitio en tomate, pues 24 empresas producen 12 por ciento del total, aunque su aportación alcanza 27 por ciento del tomate fresco que vende México. Otros productos son la cebolla, cuya producción alcanza las 80 hectáreas; las cerezas, con 700 hectáreas, y el pepino, con 564 hectáreas cultivadas.

El IMSS reportó que en el último trimestre de 2014 se generaron 42 mil 63 empleos en la actividad agrícola de Baja California, de los cuales 75 por ciento son de trabajadores eventuales del campo.

Oficialmente, en 1997 se instrumentaron los programas de jornaleros agrícolas, estancias y guarderías infantiles, lo que permitió –también de forma oficial– que se erradicara el trabajo infantil en la región, pues la tabla nacional de trabajo de menores de edad de organismos federales ubica a la entidad en el lugar 31 de esta actividad.