El crimen organizado, sospechoso habitual
Casi 60 conflictos agrarios retoman fuerza en la Costa Chica y la Montaña
En tres meses han exhumado 61 cadáveres de fosas clandestinas
Domingo 22 de marzo de 2015, p. 2
Chilpancingo, Gro.
En lo que va del año, en Guerrero han perdido la vida 245 personas, la mayoría a manos del crimen organizado, que forma parte de la violencia que alcanza a maestros, políticos, indígenas, mujeres, niños, estudiantes y ciudadanos comunes, a pesar de la presencia de elementos de la Policía Federal, la División de Gendarmería, el Ejército Mexicano y la Secretaría de Marina.
Los municipios con más altos índices de violencia son Acapulco, Iguala, Chilpancingo y Chilapa. En estos primeros meses, también han sido exhumados otros 61 cadáveres de fosas clandestinas localizadas en Iguala, además del hallazgo de 63 cadáveres en un crematorio abandonado de Acapulco.
Porque Guerrero se encuentra inmerso en el proceso electoral, un crimen emblemático fue el perpetrado contra Aidé Nava González, precandidata del PRD a la presidencia de Ahuacuotzingo, municipio clave en el trasiego de la droga que viene y va de la Montaña Alta, la Montaña Baja y la zona centro. La aspirante perredista fue levantada el pasado 9 de marzo en las inmediaciones del poblado Tecoanapa, de ese municipio, y un día después fue encontrada decapitada.
También sobresale el asesinato del profesor Claudio Castillo Peña, presuntamente por policías federales durante el desalojo de una manifestación efectuada en Acapulco por integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero el pasado 24 de febrero.
Asimismo, el asesinato de dos campesinos del poblado de Analco, anexo a San Agustín Oapan, que disputan más de 3 mil hectáreas con San Miguel Tecuciapan, que son comunidades nahuas, del municipio de Tepecoacuilco.
La violencia, que según los gobiernos estatal y federal es provocada por la disputa de las plazas o ciudades y regiones, presenta un incremento, mientras la percepción popular es que la presencia de los cuerpos policiacos y militares no ha servido de mucho para detener la inseguridad.
En enero la cifra fue de 92 ejecutados, con 23 en Acapulco, 14 en Chilapa, 10 en Chilpancingo, siete en Iguala y el resto en otras comunidades. Uno de estos crímenes ocurrió en Tixtla, el 25 de enero, contra José Luis Ortega Abarca, quien según fuentes del gobierno era miembro del grupo delictivo Los Rojos y medio hermano del alcalde, el perredista Gustavo Alcaraz Abarca.
En Arcelia, municipio de Tierra Caliente, el Ejército Mexicano rescató a 23 personas que estaban secuestradas, se exhumaron 44 cuerpos de varias fosas en Iguala, aunque éstos pertenecen a los llamados Otros desaparecidos para diferenciarlos de los 43 estudiantes de Ayotzinapa ausentes desde el 26 de septiembre pasado.
En los 28 días de febrero las autoridades documentaron 85 ejecuciones, de las cuales 27 se cometieron en Acapulco, 18 en Iguala, 10 en Chilpancingo y siete en Chilapa, por mencionar las que presentaron más víctimas.
El día 5 fueron hallados 63 cuerpos en un crematorio de Acapulco; dos días después fueron rescatadas 10 personas secuestradas en el municipio de Cocula.
El 12 de febrero fue ultimada Norma Angélica Bruno Guzmán, quien participaba en la búsqueda de una sobrina con los Otros desaparecidos. El 19 fue asesinado en Acapulco el ex regidor panista Guillermo Cisneros Chegue, y el 27, en Iguala, fue ejecutado Lucio Gerardo Chavarría, hermano de Armando, ex presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local, ejecutado en 2009 en Chilpancingo.
Hasta este mes se han rescatado 61 cuerpos exhumados de fosas clandestinas de Iguala.
En lo que va de marzo suman ya 68 ejecuciones, de las cuales 16 ocurrieron en Iguala, nueve en Chilpancingo, ocho en Acapulco y dos en Chilapa, por mencionar algunos casos.
El crimen inició el mes con el asesinato del Nicolás Robles Pineda, dirigente en Acapulco del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
El 10 de marzo fue encontrada muerta Aidé Nava González y tres días después fueron hallados, en una barranca del poblado Carrizalillo, municipio de Zumpango, los cuerpos de tres mineros que habían sido secuestrados una semana antes.
Finalmente, dos comuneros del poblado de Analco, anexo a San Agustín Oapan, fueron asesinados el 14 de marzo.
A dos meses y medio de la elección de gobernador, 81 alcaldes y 46 diputados locales, la entidad vive una efervescencia que va desde la lucha por la presentación de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, pasa por el aumento en la presencia de las policías ciudadanas, principalmente en los municipios de Acapulco y Chilpancingo, y recorre los casi 60 conflictos agrarios que empiezan a ventilarse nuevamente en las zonas Centro, Costa Chica y Montaña.
Se encuentra además la exigencia de la libertad de los presos políticos, al menos 60, según organizaciones no gubernamentales, incluidos Nestora Salgado García y el resto de los policías comunitarios, e investigación y justicia para más de una decena de ejecuciones de dirigentes sociales y políticos.
Esto, sin mencionar la actividad que llevan a cabo los partidos que se disputarán la gubernatura, alcaldías y diputaciones locales.