Ejercito la voz como un músculo, dice la soprano Cristina Ortega
Mientras mantenga mi trabajo con dignidad vocal seguiré cantando
Domingo 22 de marzo de 2015, p. 5
La voz es un músculo y, como tal, hay que conocerla muy bien y mantenerla siempre preparada y ejercitada, afirma la soprano Cristina Ortega (ciudad de México, 1938), quien comparte que en ello radica el secreto para lograr una larga carrera en el canto.
La longevidad como cantante se logra a base de conocer bien el instrumento y mantenerlo ejercitado. Algunas personas nacen con la voz, pero no saben por qué pueden cantar o cómo lo hacen. Sólo abren la boca, lanzan la energía y producen un bello sonido, pero no más
, explica.
Hay otros que quieren cantar, pero sus circunstancias no son posibles y por más que se empeñan y entregan, simplemente no. Tanto los primeros como estos últimos terminan por abusar de su voz y, desgraciadamente, son los que deben terminar su carrera de forma prematura.
De su caso, quizá con modestia, confiesa que nació sin voz e incluso cuenta que ni siquiera tenía pensado ser cantante. Lo que en realidad deseaba era ser bailarina de clásico y por ello estudió en la Escuela Nacional de Danza.
Pero la vida está llena de circunstancias, accidentes afortunados, y fue así que acompañando a mi novio a sus clases de canto en el Conservatorio Nacional conocí al maestro Ángel R. Rodríguez. Un día que faltó una estudiante me pidió que cantara en su lugar, yo no quería, pero ante su insistencia accedí
, agrega.
El maestro ofreció darme clases, lo cual era un gran privilegio. Pasaron tres años para que diera el primer agudo en forma. Fui hecha de técnica, por eso he conocido mi voz, y por eso puedo seguir cantando, por el desarrollo de esa técnica, como ocurre también con Plácido Domingo.
Justo el año pasado, Cristina Ortega cumplió 50 años de trayectoria profesional, la cual le fue celebrada con la edición de un disco compacto, que se presentó el viernes pasado en la Fonoteca Nacional.
Diversas facetas
Es un volumen monográfico, el sexto de la serie Grandes voces de la ópera en México, producido por Héctor Sosa, en el cual se compilan grabaciones en vivo de las actuaciones de la soprano en el Palacio de Bellas Artes y el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
Mantenerse en activo es motivo de orgullo para la maestra, aunque aclara que ahora sólo ofrece 10 o 12 conciertos al año, lo cual combina con sus facetas como directora escénica y docente en San Antonio, Texas, donde reside desde 1989.
¿Ópera? Ni pensarlo, ya no estoy para eso. Quizá pueda hacer unos dúos, pero una ópera completa, ni lo intento. No me imagino como la Traviata o Lucia (di Lammemoor). Sería algo ridículo. Bueno, sí estamos Plácido y yo, pues a la mejor (ríe), somos de la misma edad
, comenta.
Cristina Ortega es considerada por propios y extraños como “la más versátil de las sopranos mexicanas, debido a que ha incursionado en todos los géneros musicales, desde ópera, zarzuela y opereta hasta comedia musical, bolero y canción vernácula.
Han sido circunstancias de la vida, como ya dije. Tengo la fortuna de conocer mi voz, se han presentado las oportunidades y las he aprovechado. Incluso fui una de las intérpretes de Tata Nacho y también de Fernando Z. Maldonado. Todos tenemos oportunidades en la vida, pero no todos sabemos aprovecharlas
, dice.
De acuerdo con la intérprete, la misma voz avisa cuando es tiempo de retirarse, situación que, asume, se avecina para ella.
El día que ya no pueda causar placer que me escuchen, me despido. Imagínese, ¿cree que voy a salir con un público que me ha sido fiel a hacer el ridículo? Francamente, espero que no me suceda eso
, finaliza.
Mientras pueda hacer mi trabajo con dignidad vocal y física, aunque sea una persona mayor, mientras me mantenga físicamente entera, pues seguiré cantando. Aunque sé que está cercano mi límite.