Dos hermanas permanecen calladas. Están recostadas en el suelo. Las acompañan en el escenario una silla, un banquito y el torso de un maniquí. Sólo se escuchan las notas de una caja de música con forma de payaso. Es la función de Anverso, la misma carne, del dramaturgo argentino Gabriel Penner, una de las seis obras que formaron parte del programa del 13 Festival Independiente de Teatro Íntimo que concluye hoy en El Albergue del Arte.

En total, el festival tuvo nueve funciones en Mérida, Yucatán, y seis en la ciudad de México, con las compañías Máskara, de Brasil, e IconoTeatral, de Argentina, además de las mexicanas El Teatrito y Tadeco, que fueron las encargadas de organizar el encuentro. En cada función el promedio de asistentes ha sido de 40 personas.

El balance de esta edición número 13 es que “ha sido un gran ejercicio de autogestión del Centro de Investigación Escénica El Teatrito y de Tadeco. Este año ninguna institución pública apoyó, están todos en campaña usando los recursos –creemos– para la campaña, no tenemos una razón más contundente que nos diga por qué no hubo apoyo, pese a que realizamos gestiones en Yucatán y en la ciudad de México”, señaló Ricardo Andrade, de El Teatrito.

El festival que hoy termina es la confirmación de que la autogestión es posible. El encuentro se realizó una semana en Mérida y otra en el Distrito Federal, con la participación de cuatro grupos de teatro independiente iberoamericanos de alta calidad estética.

Ya existe un público que espera el festival, resultado de 13 años de constancia, expresó Amanda Quezadas, también de El Teatrito.

Gabriel Penner definió así el concepto de teatro íntimo: “No tiene que ver sólo con la distensión espacial, sino con la construcción de un lenguaje escénico concreto, que produce intimidad, imágenes íntimas, no solamente visuales, sino auditivas, que tienen que ver con la sensorialidad. Aquí no te puedes escapar de la intimidad por más que se quiera salir de esa concepción uno siempre está atrapado. Robson (Corrêa de Camargo), por ejemplo, es un director que genera trampas para construir intimidad”.

Al respecto, Robson Corrêa de Camargo señaló que intenta “rescatar un teatro muy relacionado con la comunidad, para construir la intimidad, que de cierta manera va en contra de la comunicación de masas, que establecen una relación muy alejada.

El teatro íntimo se propone rescatar, desarrollar o establecer un contacto con cada persona, y eso viene con la elección de los materiales, de los textos. Intenta recuperar la cuestión del contacto con las personas, con alta calidad, que no es sólo en las obras, sino del público, que por cierto participa al final de cada función haciendo preguntas o comentarios a los actores, directores y dramaturgos.

Las funciones no tienen precio: son de donativos o cooperación solidaria, eso quiere decir que hemos decidido apelar a nuestros públicos a una forma más elevada que la que da el dinero, y no queremos mantener una barrera comercial con nuestros espectadores. El público que llega hasta nuestros foros no es indiferente a este ejercicio; hacemos un trabajo de alta calidad estética y apelamos a que el público responda económicamente en la medida de lo posible, agregó Ricardo Andrade.

Construcción y definición estética

Gabriel Penner completó la idea: El teatro independiente no es sinónimo de no profesional, ni de algo que está en formación, sino que hay una alta construcción y definición estética; lo vimos en las puestas en escena tanto de los grupos de México como en las obras de Brasil, que trajo dos piezas de Beckett, poco conocidas.

Miguel Ángel Flores, de Tadeco, subrayó que tienen 32 años como grupo independiente, y han subsistido gracias a la cooperación voluntaria. Somos grupos autogestivos y autofinanciables. De esto nadie vive con lujos, pero tratamos de sobrevivivir. Margarita Hernández, de ese mismo colectivo, destacó que una de las partes esenciales del trabajo es hacer comunidad para dialogar sin barreras con la gente que vive cerca o con los espectadores que llegan a El Albergue del Arte.

En esta ocasión se presentaron las puestas Anverso, la misma carne, Pieza para maniquíes y un actor de reparto, Ta de cuentos, y Company y Quê onde, de Samuel Beckett, así como La fantástica fuga de Asdrúbal Huracán y Estrellita poca Luz, que cerrarán hoy el festival a las 14 horas.

El Albergue del Arte se encuentra en Alberto Zamora número 32, en Coyoacán.