Directivos de empresas encuestadoras se quejaron de la excesiva regulación impuesta por las leyes, y su regulador, el secretario Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE), Edmundo Jacobo, les dio la razón al señalar que la legislación electoral mexicana es barroca y churrigueresca.

Roy Campos, director de Consulta Mitofsky, planteó: ya basta de modificar leyes por el dolor y pasión de políticos que son derrotados, y pidió legislar con visión liberal y de modernidad. Habrá quien quiera ver en México a la peor democracia del mundo e importar leyes de países totalitarios, o quien vea la democracia suficiente para tener leyes modernas, agregó.

Un seminario organizado por el INE en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México se convirtió ayer en muro de lamentaciones. Las nuevas reglas, surgidas después de las elecciones de 2012, cuando los encuestadores fueron puestos en el banquillo de los acusados por la izquierda en los tribunales electorales por dar resultados alejados de los finales, fueron criticadas por varios directivos.

En la inauguración, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, informó que a partir de esta reforma sólo aquellas encuestadoras acreditadas ante el INE podrán cuestionar a los ciudadanos sobre el sentido de su voto el día de la elección, pues de lo contrario cometerán un delito electoral.

Jacobo, secretario ejecutivo del instituto, también se pronunció por desregular, pero no sólo en este campo. Creo que la materia electoral, producto de la desconfianza en este país en materia política, ha llevado a una legislación barroca, churrigueresca y que va contra natura de lo que es la democracia, que es acercar el espacio al público, a los ciudadanos.

Criticó la legislación electoral, porque se requiere tener un equipo de abogados para entender el enorme y complejo andamiaje tanto en materia electoral como de encuestas.

La ponencia de Campos fue leída por Rodrigo Galván de las Heras, hijo de la fallecida María de las Heras. En ésta exigió quitar restricciones, pues en caso de incrementarse darán ventaja a la estimación no científica.

Mientras, Ricardo de la Peña, de ISA, expuso aspectos positivos y negativos de la normas. Por ejemplo, criticó que los monitoreos para verificar el cumplimiento de la norma no se hacen en tiempo real y el atinómetro, como llamó a una memoria que coteja estimaciones por encuestas, incluida en la página de Internet del instituto, a petición del PRD.

Ulises Beltrán fue el único que defendió la regulación establecida, pues –dijo– no ponen barreras de entrada a nuevas empresas ni dan certificados de autenticidad o de pedigrí garantizado, ni definen método único.

Beltrán dejó ver la división que hay en el sector de los encuestadores cuando señaló que el secretario Ejecutivo del INE abrió la consulta para definir la normatividad más allá de una organización cerrada y excluyente, el Colegio de Encuestadores.

Este colegio está integrado, entre otros, por Galván de las Heras, de Demotecnia; Consulta Mitofsky, Berumen, Ana Cristina Covarrubias e ISA.